DOF: 19/02/1996
PROGRAMA de Desarrollo y Reestructuración del Sector de la Energí­a, 1995-2000.
.
Diario Oficial de la Federación 1996

PROGRAMA DE DESARROLLO Y REESTRUCTURACION DEL SECTOR DE LA ENERGIA, 1995-2000

INDICE

               PRESENTACION

               INTRODUCCION

1.                EL CONTEXTO INTERNACIONAL

1.1              EVOLUCION RECIENTE

1.2              PERSPECTIVA DE MEDIANO PLAZO

2.                EL SECTOR DE LA ENERGIA EN MEXICO

2.1              BASE DE RECURSOS

2.1.1           Hidrocarburos

2.1.2           Potencial hidroeléctrico

2.1.3           Carbón térmico

2.1.4           Uranio

2.1.5           Geotermia

2.1.6           Otras fuentes primarias

2.2              EVOLUCION RECIENTE

2.2.1           Hidrocarburos

2.2.1.1       Oferta

2.2.1.2       Demanda interna

2.2.1.3       Demanda externa

2.2.2           Energía eléctrica

2.2.2.1       Capacidad y oferta

2.2.2.2       Demanda

2.2.3           Investigación aplicada y desarrollo tecnológico

2.2.3.1       Industria petrolera

2.2.3.2       Industria eléctrica

2.2.3.3       Investigaciones nucleares

2.2.4           Ahorro y uso eficiente de energía

2.2.5           Cuidado del ambiente

2.2.5.1       Hidrocarburos

2.2.5.2       Electricidad

2.2.6           Seguridad de instalaciones y materiales nucleares

2.3              ESCENARIOS DE MERCADO PARA EL AñO 2000

2.3.1           Demanda de hidrocarburos

2.3.2           Demanda de energía eléctrica

3.                OBJETIVOS Y PRIORIDADES

3.1              RECTORIA DEL ESTADO

3.2              REESTRUCTURACION DEL SECTOR

3.2.1           Subsector petrolero

3.2.2           Petroquímica

3.2.3           Energía eléctrica

3.3              FOMENTO DEL FEDERALISMO

3.4              PARTICIPACION PRIVADA

3.5              MARCO REGULATORIO

3.6              SATISFACCION DE LA DEMANDA

3.7              EFICIENCIA ECONOMICA

3.8              POLITICA DE PRECIOS Y TARIFAS

3.9              SEGURIDAD OPERATIVA

3.10            EMPLEO Y PRODUCTIVIDAD

3.11            DESARROLLO DE LA INFRAESTRUCTURA

3.12            DEFENSA Y RESTAURACION DEL AMBIENTE

3.13            AHORRO Y USO EFICIENTE DE LA ENERGIA

3.14            COMERCIO EXTERIOR E INTERNACIONALIZACION

4.                ESTRATEGIAS Y ACCIONES

4.1              SECTOR CENTRAL: SECRETARIA DE ENERGIA

4.2              SUBSECTOR PETROLERO

4.2.1           Estrategia de conjunto

4.2.2           Exploración y producción

4.2.3           Refinación y comercialización de petrolíferos

4.2.4           Gas y petroquímica básica

4.2.5           Acciones para el cuidado ambiental

4.2.6           Acciones en las entidades federativas

4.3              SUBSECTOR ELECTRICO

4.3.1           Requerimientos de generación y transmisión

4.3.2           Electrificación rural y de colonias populares

4.3.3           Adecuación de precios y tarifas

4.3.4           Energía y seguridad nucleares

4.3.5           Cuidado del ambiente

4.3.6           Otras acciones estratégicas

4.4              INVESTIGACION Y DESARROLLO TECNOLOGICOS

4.4.1           Subsector petrolero

4.4.1.1       Exploración y explotación de yacimientos

4.4.1.2       Refinación

4.4.1.3       Procesamiento de gas

4.4.1.4       Productos químicos y aditivos

4.4.1.5       Catálisis y materiales

4.4.2           Subsector eléctrico

4.4.3           Energía nuclear

PRESENTACION

El Programa de Desarrollo y Reestructuración del Sector de la Energía, 1995-2000, deriva del precepto constitucional que establece la necesidad de un sistema de planeación democrática que permita un crecimiento económico, sólido, dinámico, permanente y equitativo. De acuerdo al Artículo 26 de nuestra Carta Magna, en su preparación se han recogido las aspiraciones y demandas de la sociedad, vertidas durante los procesos de consulta que condujeron a la elaboración del Plan Nacional de Desarrollo. Durante el mes de abril de 1995 se llevaron a cabo nueve foros que cubrieron los más diversos temas que afectan al desarrollo del sector de la energía. Fueron éstos, eventos plurales por su composición y por el alcance de los temas considerados.

En los términos de la Ley de Planeación, que prevé el establecimiento de objetivos, prioridades y políticas que regirán el desempeño de las actividades a nivel sectorial, este programa orienta el quehacer que, en el horizonte 1995-2000, deberá desarrollarse en el ámbito de la energía. De acuerdo con este ordenamiento jurídico, se han incorporado las previsiones de las entidades públicas coordinadas por esta Secretaría y las de los órganos desconcentrados de la misma. Se contó así con las aportaciones de Petróleos Mexicanos, Comisión Federal de Electricidad, Luz y Fuerza del Centro, Instituto Mexicano del Petróleo, Instituto de Investigaciones Eléctricas, Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares y Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardias, por una parte, y, por otra, de la Comisión Reguladora de Energía y la Comisión Nacional para el Ahorro de Energía.

El programa hace explícitos los grandes lineamientos que en este campo de la actividad económica contiene el Plan Nacional de Desarrollo. Este último es, en efecto, el marco de referencia básico para el desarrollo de un sector que juega, sin duda, un papel crítico y de clara influencia sobre el resto del aparato económico.  Es consonancia con dicho instrumento básico de planeación, el programa pretende que los bienes y servicios producidos por el sector energético satisfagan los niveles de calidad exigidos internacionalmente, requiriéndose al mismo tiempo que los primeros sean compatibles con los objetivos de preservación y mejoramiento ambiental.

Siendo los energéticos insumos básicos, su distribución deberá realizarse en forma "oportuna y suficiente en función de los patrones sectoriales y regionales de demanda". El programa atiende igualmente la necesidad de incorporar los criterios que favorecen al ahorro interno y un estricto manejo de las finanzas públicas. No se ha omitido la consideración de los cruces intersectoriales que condicionan al cumplimiento del programa, especialmente en el punto relativo al mejoramiento y preservación del medio ambiente.

El programa se estructura en cuatro apartados básicos. En el primero de ellos se describe el contexto internacional en el que se ha desenvuelto la actividad sectorial durante los últimos quince años.  El ejercicio de diagnóstico permite recoger las previsiones de los organismos internacionales en esta materia, de modo que, pese a las características cambiantes de los mercados energéticos, se pueda anticipar en forma razonable el desarrollo a mediano plazo del sector.

Un segundo apartado se detiene en la descripción de la base de recursos energéticos a partir de la cual se realiza el ejercicio de planeación sectorial. Se pone de relieve así el vasto potencial energético que podrá traducirse en una contribución económica sustancial para el conjunto de la economía. Se complementa  con un análisis de la evolución reciente a nivel de subsector y los escenarios de mercado en el horizonte temporal que abarca el programa.

Un carácter central se atribuye al tercer apartado en el que se definen los objetivos y prioridades que orientarán el quehacer en el sector de la energía. Los señalamientos se pretenden sustanciales, toda vez que, con el logro de esta propuesta, se estará en posibilidad de contar con un sector energético capaz de competir con éxito en una economía global. Destaca en éstos el mantenimiento del principio rector del Estado en las actividades estratégicas, al tiempo que se reconoce el papel fundamental que deberán jugar los nuevos agentes económicos privados de acuerdo al marco regulatorio vigente.

El programa define, en su apartado cuarto, las estrategias y acciones que permitirán alcanzar los objetivos sectoriales. Se incorporan así elementos cuantificables que permitirán ejercicios evaluatorios posteriores.

De acuerdo a las estimaciones del propio Plan Nacional de Desarrollo respecto al dinamismo que en el mediano plazo deberá retomar la economía nacional, las estimaciones de demanda de energía se han realizado a partir del escenario esperado de crecimiento del producto interno bruto.

INTRODUCCION

Más allá de las vicisitudes que han caracterizado el comportamiento de los mercados energéticos, en particular el de los hidrocarburos, es innegable que el sector de la energía en su conjunto ha jugado un papel decisivo en el desarrollo económico de México por su clara influencia sobre el resto del aparato productivo. No es, el de la energía, un sector al que corresponda un papel accesorio en la enorme tarea que nos hemos propuesto los mexicanos por acceder a un desarrollo dinámico, permanente y equitativo, como lo define nuestro ordenamiento jurídico fundamental al preceptuar el ejercicio de planeación democrática en el que este programa sectorial se inscribe.

Es, en efecto, el carácter toral de la actividad energética la justificación primera de este esfuerzo de integración conceptual que lleva como propósito la reestructuración y el desarrollo de este sector del quehacer económico. La memoria histórica de la Nación ha reconocido, desde hace casi seis décadas, los momentos cruciales en los que el Estado ha mantenido su rectoría en este campo, a través de los procesos de nacionalización y desarrollo de las actividades de las empresas públicas de petróleo y electricidad.

Sin embargo, es necesario que la política energética responda a las exigencias del desarrollo y evolucione conforme éstas se transforman.  Esto explica que los propósitos que animan la actividad sectorial hayan transitado de una etapa en la que prevaleció la meta de autosuficiencia en el abasto, a otra en que se sumaron a la lista de prioridades la eficiencia técnica y económica mejorada; el fomento al ahorro de energía; la garantía de óptima estabilidad, calidad y seguridad en el suministro de bienes y servicios, de modo que éstos lleguen a los consumidores con oportunidad y al menor costo; un sistema transparente de precios internos de los combustibles teniendo como referencia los internacionales, e, igualmente, la seguridad jurídica a los particulares participantes en el sector. No podía ser de otra manera, toda vez que, durante los últimos años, el sector energético debió ponerse a tono con un entorno económico más abierto y competitivo.

No concluye así la reestructuración propuesta.  Muchos son los problemas que habrán de resolverse a fin de lograr la plena consolidación del sector energético que requerimos para entrar al nuevo milenio. El programa que ahora se presenta define los mecanismos que nos pondrán al alcance del modelo.

Con apego estricto al marco constitucional y legal vigente, habrá de profundizarse en las tareas de reestructuración y desarrollo sectorial.  De las empresas públicas que operan en el campo energético se espera que continúen con su papel de propulsoras del desarrollo. Deberá contarse con entidades dirigidas por órganos de gobierno fortalecidos y con estructuras descentralizadas capaces de tomar decisiones ágiles en cualquier coyuntura.

De PEMEX, en particular, se requiere que fortalezca su capacidad de respuesta y eficiencia operativa.  Al abrirse la oportunidad para la participación de agentes económicos privados en actividades no estratégicas, deberá concentrarse en aquéllas que constituyen el núcleo de la actividad en el campo de los hidrocarburos. En este tenor, los grandes desafíos a los que se enfrentará la empresa son, entre otros, lograr el desarrollo de las reservas a ritmos mayores que los actuales y de acuerdo con la capacidad del aparato económico para aprovechar estos recursos. Al reorientar sus esfuerzos principalmente a las áreas de exploración y producción primaria, se estará en posibilidad de ampliar y consolidar la plataforma petrolera. También dentro de la frontera económica de la empresa petrolera estatal quedan las actividades de refinación, procesamiento y comercialización de hidrocarburos hasta la venta de primera mano.

A esta orientación hacia el quehacer medular de PEMEX contribuye igualmente la reciente reforma de la Ley Reglamentaria del Artículo 27 Constitucional que abre a la participación de particulares las actividades de almacenamiento, transporte y distribución de gas natural.  El nuevo marco regulatorio, establecido en el Reglamento de Gas Natural, permitirá asegurar la disponibilidad y suministro de este combustible, dinamizará el mercado energético y dará soporte a la eficiencia y competitividad de las industrias consumidoras.

En el subsector eléctrico el reto inmediato es el de desarrollar una infraestructura de generación, transmisión y distribución que satisfaga la demanda de la economía en su conjunto durante los próximos cinco años. El servicio deberá ser oportuno, eficiente y de la calidad exigida por los consumidores, al tiempo que contribuya al desarrollo sustentable. No menos importante será asegurar la rentabilidad de la Comisión Federal de Electricidad de modo que se garantice la viabilidad financiera de las inversiones en el subsector. Por su parte, Luz y Fuerza del Centro deberá avanzar en su proceso de consolidación, de manera que satisfaga las expectativas de los usuarios en su área de operación. La actuación de inversionistas privados es igualmente relevante en este terreno, al esperarse su participación decidida en la actividad de generación.  La apertura en esta área fue un paso importante aunque es necesario afinar el marco regulatorio de esta actividad de modo que promueva una operación eficiente y establezca condiciones claras para la inversión.

En uno y otro subsector se requieren condiciones que preparen el cabal cumplimiento de los objetivos descritos en este programa sectorial. Así, será necesario prever, como capítulo fundamental, el fortalecimiento de la estructura tecnológica y, en particular, las actividades de investigación y desarrollo. La estrategia que delinea este programa supone una mejor y más difundida capacitación técnica y el desarrollo científico y tecnológico, de modo que pueda traducirse en la integración y modernización de cadenas productivas que permitan que la industria opere eficazmente en un entorno competitivo y una economía de alcances globales.

El cuidado de los recursos naturales y la protección del medio ambiente no pueden considerarse prescindibles en la estrategia diseñada para el quehacer sectorial. En los últimos años, se ha desarrollado una cultura ambiental que procura compensar o revertir el impacto negativo de algunos usos de la energía. Es necesario persistir en este esfuerzo, para lo cual se fijan criterios en la selección de tecnologías y en la evaluación de proyectos, de modo que, obligadamente se incorpore la consideración ambiental a las decisiones productivas.  Un esfuerzo sostenido y aún acrecentado en materia de ahorro y uso eficiente de energía contribuirá sin duda a este propósito.  Pero el potencial de un uso más racional de la energía no se agota en la vertiente ambiental. Por sí mismos, los programas encaminados a una mayor eficiencia energética deberán influir sobre la demanda de manera que, manteniendo las tasas de crecimiento económico previstas, se aseguren menores consumos.  De igual forma, la promoción de una oferta energética más diversificada podrá traducirse en mejoras a la competitividad y la seguridad en el abasto energético. En todo caso, es necesario el reconocimiento de que, tanto el ahorro y uso eficiente de energía, como una más clara compatibilidad ambiental, se inscriben en las nuevas tendencias tecnológicas que dominarán la competencia económica global en las próximas décadas, por lo que estos renglones forman parte de las  prioridades sectoriales.

No podría omitirse la mención a la relación entre las industrias que operan en ambos subsectores -especialmente el de hidrocarburos- y las entidades federativas y municipios en que desarrollan su actividad. El Pacto Federal no puede soslayar los efectos de las actividades sectoriales a nivel regional.  Parece indispensable que éstas se den sobre la base de impulsar el desarrollo y la protección ecológica en las regiones productoras. De hecho, al vigorizar el Federalismo en su vertiente económica se fortalece igualmente el ámbito político. Durante el proceso de consulta popular se recogieron señalamientos fundamentales respecto a las implicaciones del Federalismo. Entre otras, destaca la que concibe a la autosuficiencia económica de cada una de las órbitas de poder en el ámbito nacional como nota característica y consustancial del mismo. En este marco, se reafirma el principio de que México será tan próspero como lo sean sus regiones. El papel de la industria del petróleo y el gas, y más ampliamente el del sector energético, constituye una plataforma idónea para lograrlo.

El Programa de Desarrollo y Reestructuración del Sector de la Energía, 1995-2000, se produce en una coyuntura crucial en el camino de recuperación y consolidación económica de nuestro país. En la etapa y estilo de desarrollo que caracteriza hoy a la economía mexicana, el energético ya no es un sector dominante en la actividad económica, pero ignorar su potencial como agente catalizador de desarrollo pondría en riesgo el proceso de revitalización propuesto por el Presidente Ernesto Zedillo.

IGNACIO PICHARDO PAGAZA

SECRETARIO DE ENERGIA

Diciembre de 1995

1. EL CONTEXTO INTERNACIONAL

1.1 EVOLUCION RECIENTE

En 1973, el año del primer reajuste histórico de los precios internacionales del petróleo por parte de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), el consumo mundial de energía primaria fue de 5,920 millones de toneladas equivalentes de petróleo, aproximadamente 119 millones de barriles diarios (MMBD) de petróleo equivalente.  Algo menos de la mitad de este total, alrededor de 56 MMBD, correspondieron directamente a este hidrocarburo.  Los países desarrollados miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), consumieron cerca de dos tercios de la energía primaria del mundo y un poco más de la mitad del petróleo crudo, proveniente en gran parte de la importación.

La crisis petrolera de 1973-74 obligó a los países consumidores a replantear sus necesidades energéticas y a aplicar políticas tendientes a reducir la dependencia del petróleo, en particular del importado.  Estas acciones se vieron reforzadas por un segundo gran reajuste de precios, a finales de ese decenio, y por la recesión económica que desaceleró el crecimiento de la demanda de petróleo y de las demás fuentes de energía primaria.  Además, los cambios económicos y tecnológicos de los últimos tres lustros influyeron en la redefinición de los patrones energéticos mundiales.

Para 1985, la conservación y sustitución por otros combustibles había reducido la dependencia del petróleo de más de 50% en 1973 a 43% del total de la energía primaria consumida en el mundo.  En los países desarrollados, la participación del crudo importado se redujo de 65 a 42 por ciento del consumo total de este producto.  Sin embargo, entre finales de 1985 y principios de 1986 los precios internacionales del petróleo se derrumbaron -cuando la economía mundial atravesaba por uno de los períodos más largos de crecimiento económico sostenido de la posguerra- con lo que empezó a acelerarse la demanda de todas las formas de energía.[849]*

Para 1994, la demanda mundial de energía primaria totalizó alrededor de 7,924 millones de toneladas equivalentes de petróleo (casi 160 MMBD de petróleo equivalente), 34% más que en 1973.  En ese mismo año, la demanda petrolera mundial promedió 67 MMBD, en tanto que la participación del petróleo en el total de energía primaria descendió a 40 por ciento.  En la OCDE, el consumo de petróleo representó únicamente el 44% de la demanda total de energía, aunque las importaciones empezaron a aumentar nuevamente hasta alcanzar alrededor de la mitad de los 36 MMBD de petróleo consumidos en la OCDE.

La participación del gas natural en el consumo mundial de energía aumentó de 18.2% en 1973 a 23% en 1994, aunque continuaron manifestándose algunos problemas que han impedido un mayor crecimiento.  A diferencia del petróleo, no existe un mercado global de gas natural, debido principalmente a la dificultad y mayor costo de transportación y a la desigual distribución de las reservas de gas en el mundo.  Sin embargo, se espera que en el futuro el comercio internacional de este importante combustible y materia prima industrial se incremente significativamente.

El carbón, a pesar del moderado crecimiento de su consumo registrado desde principios de los ochentas, se mantuvo como la segunda fuente de energía primaria en importancia en el balance mundial, con una participación de 27.2% del total de energía consumida en 1994.  No obstante que la mayor parte del carbón se utiliza en la misma región en que se produce, en los últimos años se ha observado un crecimiento en su comercialización internacional, tendencia que podría incrementarse en el largo plazo.

CONSUMO MUNDIAL DE ENERGIA PRIMARIA, 1973 y 1994

(Estructura porcentual)

                                 1 9 7 3                                                                                                                             1 9 9 4

               Gas                                                                                                                             Gas                                                                                

   Petróleo         natural        Carbón          Nuclear          Hidro[850]*           Total                Petróleo     natural           Carbón          Nuclear      Hidro[851]*               Total

OCDE                  53.3              20.8              18.3                 1.2                6.4                100               44.0                 22.0              20.7                 11.0                 2.3             100

NO OCDE           37.9              14.1              43.6                 0.2                4.2                100               35.2                 24.3              35.1                 2.6                   2.8             100

TOTAL                 47.3              18.2              28.2                 0.8                5.5                100               40.0                 23.0              27.2                 7.2                   2.5             100

Fuente: British Petroleum, Statistical Review of World Energy, junio de 1981 y de 1995

Después del acelerado desarrollo y crecimiento de la energía nuclear registrado en los setentas y los ochentas, en el presente decenio su crecimiento ha sido muy modesto.  Si bien su participación en el balance energético mundial aumentó espectacularmente, de 0.8% en 1973 a 7.2% en 1994, la mayor parte del incremento se dio en los tres primeros lustros del período.

La hidroelectricidad observó en 1994 una participación de 2.5% en el consumo total de energía, nivel inferior al de 5.5% observado en 1973.

Se advierte que el consumo mundial de energía ha evolucionado en forma vinculada a la dinámica de la economía mundial.  Sin embargo, en los años setenta se registró una marcada desaceleración, sobre todo en los países desarrollados, por efecto de las políticas de conservación y las mejoras en la eficiencia del uso de la energía, adoptadas a raíz de las bruscas alzas de los precios internacionales del petróleo.  A partir de ello, la intensidad energética en esos países disminuyó en los dos siguientes decenios hasta en 30 por ciento.

Lo anterior contrasta con la evolución en los países en desarrollo, en los cuales la intensidad del consumo de energía se ha incrementado en proporción similar, como resultado de las mejoras en los niveles de ingreso y la difusión de la urbanización y la industrialización.

1.2 PERSPECTIVA DE MEDIANO PLAZO

En el horizonte del año 2000, el consumo mundial de energía seguirá basado en su mayor parte en los combustibles fósiles, ya que ninguna otra fuente de energía podrá reproducir el rápido incremento que tuvo la energía nuclear durante los dos últimos decenios.  En ese año, la participación de los combustibles fósiles se mantendrá en alrededor del 90% del consumo global de energía.  De ahí que la evolución de los mercados petroleros seguirá siendo crítica para el desarrollo y uso de otras fuentes de energía y, por tanto, para la manera en la que las economías se organicen y se desempeñen.

En el largo plazo, los países de la OCDE consumirán menos de la mitad de la energía y del petróleo usados en el planeta y será en las economías más dinámicas de Asia y de otras regiones del mundo en desarrollo donde se observará el mayor incremento en la demanda de petróleo.

Para los países de la OCDE, cuya dependencia del petróleo importado volverá a alcanzar los niveles de mediados de los años setenta, el ahorro de energía y la diversificación de las fuentes, podrían ser tan importantes como los esfuerzos para asegurar una oferta creciente de energéticos convencionales.

Los factores tecnológicos y ambientales, así como la reestructuración que está en proceso dentro de las industrias de la energía, probablemente provoquen un incremento adicional significativo del uso del gas natural, especialmente en la generación eléctrica y en industrias de alta intensidad energética, lo que tendrá como resultado un incremento de su intercambio internacional.  Para algunos productores de hidrocarburos, el gas natural se convertirá en una fuente de ingreso de divisas más importante que el petróleo.

La creciente demanda de energía y la necesidad de expansión de la infraestructura actual requerirán de importantes flujos de inversión, los cuales deberán ser obtenidos en un contexto de fuerte competencia por los fondos financieros disponibles, tanto privados como provenientes de las instituciones crediticias multilaterales.

En el caso particular del petróleo y el gas, existiendo amplia disponibilidad de recursos, las limitaciones en la expansión de las capacidades de producción, refinación y procesamiento obedecerán en mayor medida a las restricciones financieras, sobre todo en condiciones de continuo estancamiento de los precios reales.

En este sentido, el capital privado jugará un papel de importancia creciente en el desarrollo del sector de la energía, por lo que muchos países en los que el Estado ha tenido una participación exclusiva o dominante en el sector, se encuentran en un proceso de diseño de un marco regulador apropiado, que aliente la inversión privada en diversas actividades.

Derivado de la mayor actividad económica esperada, el creciente consumo de energía tendrá un impacto significativo sobre el medio ambiente.  Se estima que las emisiones de bióxido de carbono aumentarán casi 30% entre 1995 y 2000, por lo que la transferencia de tecnología y la posibilidad de que los países en desarrollo accedan a fuentes de energía más limpias, así como los esfuerzos para mejorar la eficiencia, podrían resultar en un mejor uso global de la energía.  De esta suerte, resultará importante el desarrollo del debate internacional sobre el cambio climático y su naturaleza de largo plazo.

En la mayoría de los escenarios, se estima que la demanda mundial de energía primaria aumentará entre 1995 y 2000 a una tasa promedio anual de 1.5 a 1.7 por ciento, dependiendo del uso de tecnologías más eficientes.  Esta tasa se compara con el crecimiento anual promedio de 2.4% registrado entre 1973 y 1990.  Los mayores incrementos en el consumo de energía se originarán en las dinámicas economías del sudeste asiático.

Más de un tercio del incremento total del consumo de energía corresponderá al petróleo, debido principalmente al crecimiento económico, el proceso de urbanización y la rápida expansión del sector transporte, tanto en los países de la OCDE como, sobre todo, en los países en desarrollo.

De mantenerse competitivo el costo de los combustibles fósiles, el consumo mundial de petróleo aumentará a una tasa anual de 1.5 a 1.7 por ciento entre 1995 y 2000.  Se espera que el crecimiento de la oferta mundial de petróleo, que alcanzaría los 75.1 MMBD en 2000, frente a 67.0 MMBD en 1994, sea muy similar al de la demanda, por lo que los precios reales del crudo tenderían a mantenerse estables, con fluctuaciones periódicas originadas en los desbalances estacionales de la producción.

La participación del petróleo en el balance energético mundial disminuirá sólo ligeramente hacia el año 2000, para ubicarse en un nivel cercano a 39%, permaneciendo como la principal fuente de energía en el mundo.

A pesar de las perspectivas de aumento de la oferta proveniente de los exportadores ajenos a la OPEP, que podría pasar de 37.9 MMBD en 1995 a 39.7 MMBD en 2000, el mayor potencial para abastecer el incremento esperado de la demanda recaerá en algunos países pertenecientes a esta Organización.  Considerando su extensa base de recursos y el potencial para incrementar su capacidad productiva en el mediano y largo plazos, Arabia Saudita, Irak, Irán, Kuwait, los Emiratos Arabes Unidos y Venezuela podrían proveer la mayor parte de los incrementos.  Es posible que otros países sean capaces de aumentar su producción de manera significativa, pero en su mayoría dichos aumentos tendrán un carácter temporal.  Sin embargo, la futura expansión de la capacidad de producción de la OPEP -que en conjunto podría elevar su producción de 29.1 MMBD en 1995 a 35.5 MMBD en 2000- así como su oportuna disponibilidad, dependerá en mayor medida de las posibilidades de inversión que de la existencia física del recurso.

En la mayoría de las proyecciones, la demanda de gas natural crece a una tasa promedio anual de 1.6 a 2.3 por ciento entre 1995 y 2000, nivel mayor al del resto de los combustibles fósiles, mientras que su participación en el balance energético mundial aumentará de 23 a 25 por ciento en el mismo período, en detrimento de algunos combustibles sólidos y del petróleo.  Las razones de este crecimiento se hallan en una posición atractiva de precios relativos, en las abundantes reservas y en la preocupación por el ambiente.  Así, el gas natural se consolidará como la mejor opción para la nueva capacidad de generación eléctrica.

A nivel mundial, las reservas de gas son abundantes y se espera que la demanda futura pueda ser satisfecha en todas las regiones del mundo, sobre todo si los precios aumentan.  A pesar de los altos costos de transporte y la lejanía de los mercados potenciales, el comercio de gas tenderá a incrementarse en el largo plazo.  Para los consumidores de gas será tan importante tener fuentes de abasto seguras y confiables como para los productores tener una fuente de ingresos estable.  Como se mencionó, para algunos países los ingresos por exportación de gas serán tanto o más importantes que los de la exportación de petróleo.

En el mercado de gas de América del Norte, a partir de la situación observada en 1994, en que la capacidad de producción rebasó muy ampliamente el nivel de la demanda, lo que ha provocado una caída significativa de los precios, se espera alcanzar, en 2000, una situación mucho más equilibrada.  Empero, la abundancia de reservas explotables a bajo costo parece indicar que en esta región continuará, por los próximos años, una situación de precios deprimidos.

Las preocupaciones ambientales han generado la expectativa de una disminución de la participación del carbón en el balance energético mundial, de 27 a 26 por ciento entre 1995 y 2000, siendo sustituido sobre todo por el gas natural, si bien se mantendrá como la segunda fuente de energía a nivel mundial.  La tasa de crecimiento esperada para el consumo mundial de carbón durante el período se ubica entre 0.9 y 1.6 por ciento anual.  El sector de generación eléctrica será el principal mercado para el carbón, a través de nuevas tecnologías, por lo que aumentará su participación en este uso de 55% en 1995 a casi 58% en 2000.  Los países tradicionalmente consumidores de carbón, como los de Europa central y oriental, reducirán su consumo en el largo plazo, mientras que las economías del sureste asiático y China casi duplicarán su consumo actual, en virtud de la amplia disponibilidad del recurso.

Respecto a la oferta, se espera que la mayor parte de la producción mundial de carbón continúe consumiéndose en los países productores, aunque una porción cada vez mayor será comercializada internacionalmente.  A diferencia del pasado, el comercio internacional del carbón se está convirtiendo en parte importante de los mercados energéticos y, de continuar esta tendencia en el largo plazo, se necesitará de una expansión de la infraestructura, particularmente la de exportación.

La participación de la energía nuclear en el balance energético mundial mantendrá los rangos actuales en el resto del decenio, con una demanda que crecerá a una tasa de entre 1.6 y 2.2 por ciento anual de 1995 al 2000, debido principalmente a aspectos de financiamiento, de percepción pública sobre la seguridad y problemas relativos al confinamiento de los desechos nucleares.  La mayor parte del crecimiento futuro de la energía nuclear se registrará en la región asiática, particularmente en Corea del Sur, Taiwán, India y China, que han propalado importantes programas de expansión.

El crecimiento de la hidroelectricidad y del resto de las fuentes alternas de energía (geotérmica, solar, eólica y otras) presentará tasas mayores al de la demanda total, de entre 2.2 y 2.8 por ciento anual, debido principalmente al permanente apoyo a la investigación de tecnologías de energía renovable en los países de la OCDE y la creciente demanda de electricidad en los países en desarrollo.  Sin embargo, la oferta abundante y a costos competitivos de combustibles fósiles, probablemente evitarán el crecimiento de la participación de estas fuentes en el balance mundial de energía, por encima de los niveles observados en 1994.

La dinámica futura del consumo de energía dependerá de diversos factores críticos, en particular el crecimiento económico en los países en desarrollo, el avance tecnológico y sus consecuencias sobre la eficiencia energética y los costos de producción, las normas y regulaciones derivadas del impacto ambiental y los precios relativos de los energéticos.

De estos factores, los relacionados con el cuidado ambiental serán, muy probablemente, los que ejercerán mayor influencia en el comportamiento futuro del sector de la energía en el mundo.  Las preocupaciones se concentran en dos grandes vertientes: la contaminación atmosférica derivada del uso de combustibles fósiles y el peligro de cambio climático originado en la emisión de los llamados gases de efecto invernadero.

La calidad de los combustibles es, en la primera de dichas vertientes, un tema de particular relevancia, debido a que la legislación ambiental en todos los países tiende a establecer especificaciones más estrictas en los combustibles para transporte (gasolina y diesel, principalmente) y en los combustibles industriales (combustóleo de bajo contenido de azufre y mayor uso de gas natural).  Estos elementos determinarán los futuros esquemas de refinación, a la luz de factores tales como el mercado, la distribución, el marco regulatorio, la selección y disponibilidad de crudos, el mejoramiento operacional, las opciones de mezcla y formulación de combustibles, y la reconfiguración de las refinerías.

La segunda vertiente se orienta a conseguir reducciones netas de las emisiones a la atmósfera de los llamados gases de efecto invernadero, bióxido de carbono entre otros, para conjurar el peligro de cambio climático.  Se han diseñado novedosos esquemas de cooperación internacional, como los de implementación conjunta, para compartir la tarea de reducir o absorber este tipo de emisiones.  Es importante mantener el principio de que la reducción de emisiones es responsabilidad principal de los países que más contribuyen al problema.  Aunque en el horizonte del año 2000 las emisiones de CO2 de los países en desarrollo (especialmente de la India y de China) son las que aumentarán más rápidamente, en términos absolutos el mayor volumen de emisiones seguirá proviniendo de los países avanzados.  La necesidad de responder al peligro de cambio climático, puede traer consigo cambios importantes en el uso de combustibles, en los esquemas de generación de electricidad y, más allá del sector energético, en la conservación y extensión de las áreas silvícolas del planeta.

En este contexto internacional, descrito a grandes rasgos, se insertará la evolución del sector mexicano de energía.

2. EL SECTOR DE LA ENERGIA EN MEXICO

2.1 BASE DE RECURSOS

La base de recursos energéticos de que México dispone es excepcional.  Encierra un enorme potencial para generar valor económico, que es especialmente evidente en el caso de los hidrocarburos y, dentro de este subsector, en los yacimientos de la región marina.  Si bien en otros segmentos del sector los niveles de rentabilidad no resultan tan altos, la mayoría de ellos ofrecen oportunidades atractivas de desarrollo.

2.1.1 Hidrocarburos

Las actividades de exploración de hidrocarburos han sido apoyo fundamental para que México se convirtiera de importador neto, al inicio de los años setenta, en uno de los productores con mayores reservas a nivel mundial y en participante destacado en el mercado petrolero internacional, al finalizar el mismo decenio.

Los cambios ocurridos en el escenario internacional dieron lugar a ajustes en los objetivos y estrategias de la actividad exploratoria, medular en la industria petrolera, orientándola hacia las áreas de mayor potencial y con mejores perspectivas en términos de tasas de retorno.  Consecuentemente, Petróleos Mexicanos (PEMEX) reorientó sus trabajos de exploración y perforación hacia las zonas de mayor potencial productivo y rendimiento financiero.  La especialización por línea de negocios de PEMEX coadyuvó a este propósito.

Las reservas probadas de hidrocarburos totales aumentaron a partir de 1976, primero por la revisión de procedimientos de cálculo y la adopción de nuevos conceptos de clasificación y, después, por la incorporación de nuevos campos del mesozoico de Tabasco y Chiapas durante 1977; del paleocañón de Chicontepec en 1978 y de la sonda de Campeche, que aportó incrementos notables desde 1979, lo que permitió alcanzar el valor máximo de 72,500 MMB al inicio de 1984.  A partir de entonces, las reservas han declinado a una tasa media anual de 1.2% y se ubicaron en 63,220 MMB al inicio de 1995.  Esta declinación refleja, por una parte, el efecto de restricciones financieras que, en algunos años significaron ritmos de reposición menores a los volúmenes de extracción y, por otra, estimaciones más exactas y confiables que algunas anunciadas en años anteriores.

De las reservas actuales, casi 79% -49,775 MMB- corresponden a crudo y condensados y el resto, a gas natural.  Estas últimas ascienden, en términos absolutos, a 68.4 billones de pies cúbicos.  La explotación de estas reservas se encuentra en una fase inicial, como lo indica su vida media que, a los ritmos de producción de 1994, es de 48 años.

En la última década, dada la limitada disponibilidad de recursos para inversión, el objetivo predominante del esfuerzo exploratorio y de explotación ha sido el de mantener los niveles globales de producción de hidrocarburos.  Si se considera la magnitud de los recursos petroleros del país y la fase actual del desarrollo de los mismos, existe un amplio potencial para aumentar tanto las reservas como el nivel de producción.

2.1.2 Potencial hidroeléctrico

El potencial hidroeléctrico se define como la energía que se puede generar anualmente utilizando todos los aprovechamientos hidroeléctricos técnica y económicamente explotables.  En las principales cuencas hidrológicas del país, se tienen 204 proyectos en diferentes etapas -operación, desarrollo y estudio- que corresponden a una generación de 82,319 gigawatts hora (GWH).  De este potencial económicamente factible se explota actualmente un 34 por ciento.  Si se incorporan los 373 proyectos que se encuentran en etapa de identificación, el potencial casi se duplicaría, ascendiendo a 160,251 GWH.

2.1.3 Carbón térmico

Se han desarrollado diferentes esfuerzos de exploración en el país para evaluar las reservas probadas de este energético.  Con base en ellos, se tienen evaluadas 662.9 millones de toneladas (MMT), distribuidas en cuatro cuencas principales: Villa de Fuentes-Río Escondido, Coah., con 535.4 MMT; Colombia, N.L., 91.7 MMT; la Mixteca,Oax., 31.0 MMT, y Barranca, Son., 4.8 MMT.

2.1.4 Uranio

Las áreas uraníferas confirmadas y más promisorias se localizan en diversas regiones de la vertiente oriental de la Sierra Madre Occidental, principalmente en Chihuahua y Durango; en la porción central de Sonora; en la zona limítrofe entre Nuevo León y Tamaulipas, y en la parte centro occidental de Oaxaca.

Se estima que las reservas de uranio ascienden a 14.5 miles de toneladas (MT), de las cuales se tienen ubicadas 10.6 MT.  El potencial uranífero continúa siendo incierto, ya que la exploración quedó suspendida en los primeros años de la década pasada.

2.1.5 Geotermia

Se han identificado más de 500 focos termales, en sus distintas modalidades: agua caliente, fumarolas, volcanes de lodo, solfataras, pozos de agua o una combinación de éstos.  Actualmente, se tienen reservas probadas por 700 megawatts (MW) de capacidad equivalente en Cerro Prieto, Baja California, además de 380 MW en Los Azufres, Michoacán y en Los Humeros, Puebla.  En estos campos se tienen en operación plantas con capacidad de 753 MW y en programa otras con 250 MW para entrar en operación antes del año 2000.  Adicionalmente, y de acuerdo con los estudios de exploración actuales, se estima que otros focos, con capacidad equivalente a 1,000 MW podrían entrar en operación durante la primera década del siglo próximo.

2.1.6 Otras fuentes primarias

La Comisión Federal de Electricidad (CFE), con el fin de aprovechar potenciales energéticos, distintos de los tradicionales, ha fomentado el aprovechamiento de la energía eólica, recurso para el que existen también proyectos de generación privada.  Actualmente se tiene una capacidad instalada de 1.6 MW en una planta piloto ubicada en La Venta, Oax.  Estudios recientes indican que en esta región el aprovechamiento del potencial eólico podría ampliarse hasta 600 MW.  La microhidráulica y los biodigestores podrían desarrollarse en determinadas regiones del país, cuando los costos sean competitivos con el suministro eléctrico convencional.

El país se encuentra localizado en una de las regiones de mayor intensidad solar, por lo que se han realizado investigaciones orientadas hacia la utilización, térmica y fotovoltáica, de la energía solar.  Los usos principales se orientan al calentamiento de agua, electrificación rural, comunicaciones, señalamientos y bombeo de agua.  La disponibilidad de este recurso es amplia y tiene pocas limitaciones regionales y estacionales.  Sin embargo, aunque algunos de los sistemas de aprovechamiento ya resultan competitivos desde el punto de vista económico, en ciertas regiones los costos son altos en comparación con las fuentes de energía convencionales.

Respecto a la biomasa, el uso de la leña y el bagazo de caña se cuantifican dentro del balance de energía, representando el 6.9% del consumo energético nacional.  La leña se usa principalmente en la cocción de alimentos, sobre todo en las comunidades rurales.  El bagazo de caña es el principal energético utilizado en los ingenios azucareros y participa con el 1.6% del consumo nacional de energía.

2.2 EVOLUCION RECIENTE

En los últimos tres lustros el incremento de la oferta nacional de energéticos ha sido suficiente para satisfacer, con importaciones marginales, una demanda en aumento, con dinámica superior a la del crecimiento de la economía.  En el mismo período se consolidó una importante capacidad exportadora de petróleo.  Empero, la oferta de energía eléctrica y de combustibles industriales no siempre se ha realizado en condiciones satisfactorias de calidad, oportunidad y confiabilidad y a precios competitivos respecto de los referentes internacionales relevantes.  Así, el desarrollo y competitividad de las actividades industriales, si bien no se han visto frenados por problemas de insuficiencia, sí han resentido este tipo de deficiencias cualitativas en los suministros.

2.2.1 Hidrocarburos

2.2.1.1 Oferta

En los primeros años del decenio de los ochenta concluyó la fase expansiva de la producción de petróleo crudo.  El mayor nivel se obtuvo en 1982, con 2,746 MBD.  La restricción de recursos impidió mantener el ritmo creciente de la extracción. Con excepción de 1986, año en que la producción bajó sensiblemente por la crisis del mercado petrolero internacional, en el período 1983-1994 el perfil de la producción petrolera muestra variaciones moderadas, pasando de un mínimo de 2,507 MBD en 1988, a un máximo de 2,685 MBD en 1994.

La estabilidad relativa de la producción de petróleo crudo contrasta con los cambios significativos en el origen de la misma.  La producción costa afuera (región marina) muestra en el período una creciente importancia con relación a la de otras regiones, hasta representar actualmente 75% del total.  La extracción en la región norte ha tendido a estabilizarse a un nivel históricamente bajo, alrededor de los 100 MBD.  La producción de la región sur ha venido declinando a partir de 1979, aunque a tasas que se desaceleran gracias a nuevos descubrimientos y al desarrollo de campos conocidos.  El comportamiento de la producción de la región marina logró compensar gran parte de la declinación de la producción terrestre.  El incremento de los recursos asignados al desarrollo de campos en los últimos dos años permitió mantener el nivel global de la producción en el corto plazo.

El comportamiento de la producción de gas natural ha sido similar a la del crudo, toda vez que la mayor parte se obtiene asociado a él.  El máximo histórico corresponde a 1982 con 4,246 millones de pies cúbicos diarios (MMPCD).  A partir de entonces, declinó hasta 3,431 MMPCD en 1986, para en los años siguientes fluctuar entre 3,500 y 3,600 MMPCD.  Ha descendido muy significativamente el volumen de gas quemado en la atmósfera.

De la región sur se obtiene en la actualidad cerca del 50 por ciento de la producción total de gas natural.  La riqueza gasera del mesozoico de Tabasco y Chiapas explica esta elevada contribución.  Sin embargo, la producción de esta región, a partir del nivel máximo alcanzado en 1981, ha declinado a una tasa media anual de 3.2% hasta 1994.  En la región marina, la incorporación de campos de crudo ligero, que se caracterizan por relaciones gas/aceite mayores a las de crudo pesado, ha permitido una expansión continua, aunque moderada, de la producción de gas natural.  Por otra parte, la región norte registró un nivel de producción elevado en los primeros años de los ochenta y ha venido declinando conforme al patrón propio de una provincia gasera madura.

MEXICO: PRODUCCION DE HIDROCARBUROS 1980-1994

Producto           Unidad             1980         1985         1990         1991           1992         1993           1994

Petróleo crudo     MBD                        1,936        2,631        2,548        2,676          2,668        2,673          2,685

Gas natural     MMPCD                        3,548        3,604        3,652        3,634          3,584        3,576          3,625

Líquidos del          MBD                   193           282           429           450             452           461             471

gas[852]*

Fuente: Petróleos Mexicanos

La elaboración de productos petrolíferos en el sistema nacional de refinación se elevó a partir de 1990, tras un largo período de crecimiento prácticamente nulo.  La entrada en operación de diversas plantas permitió incrementar la capacidad de proceso.  Los resultados volumétricos supusieron importantes mejoras en la productividad, mismas que reflejaron cambios en la estructura de producción y en sus rendimientos, así como avances significativos en la calidad de los productos petrolíferos.

Durante el período referido, el sistema de refinación buscó hacer frente a los cambios que se dieron en la estructura de la demanda interna.  Destacan, entre ellos, la reducción del consumo de combustóleo; el aumento del de la gasolina Magna Sin; la reducción del contenido de plomo en la Nova; la eliminación del diesel de alto azufre y la introducción del diesel desulfurado, denominado Diesel Sin.  Otros elementos que se agregaron a estos cambios, fueron un menor crecimiento de las importaciones de gasolinas y una reducción de los desequilibrios regionales de oferta-demanda.

En los últimos tres años predominaron las inversiones que buscan mejorar la calidad de los combustibles automotrices, destruir el combustóleo pesado y bajar sustancialmente el contenido de azufre del combustóleo obtenido.  Estas inversiones permitirán contar con combustibles que cumplan con la normatividad ambiental que empezará a instrumentarse en 1998.  Una siguiente etapa será la revisión de las inversiones destinadas al incremento volumétrico de la producción que se justifiquen por la evolución esperada de la demanda y su rentabilidad.  En este proceso deberán considerarse las ventajas que proporciona el comercio internacional en el marco de una economía abierta.

2.2.1.2  Demanda interna

El comportamiento de las ventas internas de productos petrolíferos y gas natural manifestó un lento crecimiento durante varios años en la década de los ochenta, --1.7% como promedio anual entre 1980 y 1986--, principalmente como resultado de la crisis financiera y económica de 1981-1982 y del programa de ajuste subsecuente.  En este último período el producto interno bruto se contrajo, afectando negativamente la producción manufacturera.

En los seis años siguientes, se registró una etapa de rápida expansión vinculada directamente al crecimiento económico logrado en ese lapso.  Las ventas totales de combustibles aumentaron a una tasa media anual de 4.5 por ciento.  En 1992 y 1993 se observó una desaceleración del ritmo de crecimiento del consumo de combustibles.  En concordancia con la recuperación económica del país, en 1994 el volumen total de las ventas internas de productos petrolíferos y gas natural creció 7.8 por ciento.  Una parte importante del crecimiento se debió a la mayor dinámica de la demanda del subsector eléctrico.

Entre 1980 y 1994 se presentó un cambio importante en la estructura de la demanda de combustibles, dado que los de uso automotriz crecieron a un ritmo sensiblemente mayor que los utilizados por la industria.  En la fase de rápido crecimiento, las gasolinas crecieron al 7.6% y los combustibles industriales al 3.4% anual.  A partir de 1992, las ventas internas de gasolinas han crecido a tasas inusualmente bajas de 1.6% anual en promedio.  Este lento crecimiento ha sido acompañado por una mayor penetración de gasolina sin plomo Magna Sin, introducida en 1990, y una reducción significativa en el contenido de plomo de la Nova.  Esta sustitución ha aumentado el número promedio de octanos de la gasolina consumida en el país.  El proceso de sustitución ha sido estimulado por la reducción en la diferencia de precios entre los tipos de gasolina y por la instalación obligatoria de convertidores catalíticos en vehículos nuevos.

MEXICO: VENTAS INTERNAS DE PETROLIFEROS

Y GAS NATURAL 1980-1994

(Miles de barriles diarios)

Producto           1980               1985             1990             1991               1992             1993             1994

Combustóleo          243                 348               421               409                 391               381               453

Gasolinas                314                 324               446               480                 484               491               503

Diesel                       215                 201               210               224                 227               234               248

Gas licuado             101                 179               197               216                 237               249               255

Otros                          95                   86                 70                 74                   82                 82                 91

Total                         968                      1,138            1,344            1,403              1,421            1,437            1,550

Gas natural [853]*    203                 191               198               216                 213               203               214

Fuente: Petróleos Mexicanos

En el caso del diesel, el cambio en la estructura de las ventas ha sido también muy importante.  En 1991 se introdujo el diesel desulfurado, con menos de 0.5% de azufre.  En abril de 1993 dejó de suministrarse el llamado diesel nacional con 1.0% de azufre.  En octubre de ese mismo año, se introdujo el Diesel Sin con 0.05% de azufre, con una oferta inicial de 20 MBD.  Su consumo representó a fines de 1993 el 13% del total y se elevó a 44% en diciembre de 1994, superando lo previsto y logrando una mayor cobertura nacional.

Durante los últimos diez años, la elaboración de gas licuado de petróleo (gas LP) se ha incrementado a un ritmo de 5.3% anual, desde 167.1 MBD en 1985 a 267.6 MBD en 1994.

El mercado interno ha absorbido la mayor parte de esa producción que, teniendo en consideración los volúmenes marginales de gas LP importado o exportado, representaron una oferta total de 179 MBD en 1985 y 255.3 MBD en 1994.  De esta última cifra, 251.4 MBD se destinaron a uso doméstico y 3.9 MBD a carburación.  Entre el inicio y el fin de dicho período, por lo tanto, las ventas internas crecieron a un ritmo de 4.0% anual.  En diversos momentos del mismo lapso se adoptaron medidas, tanto permanentes como transitorias, con objeto de mejorar el servicio de distribución de gas LP.

En materia de política de precios, en los últimos años se avanzó de manera más equilibrada entre consideraciones financieras, aspectos sociales, regionales, políticos y de apoyo a los programas de protección ambiental y de ahorro de energía.  La estrategia consistió en la retirada gradual de un creciente número de productos del sistema tradicional de precios administrados, para integrarlos a un nuevo esquema con diferenciales regionales y por tipo de mercado, en el que la determinación de los precios se encuentra vinculada a la evolución de cotizaciones internacionales.  Con el nuevo esquema, se modificaron también las condiciones de venta de los productos, estableciéndose precios diferenciales por centro productor y centro embarcador, a fin de considerar explícitamente los costos de la distribución.  Un hecho sobresaliente fue la constitución, en abril de 1991, del Comité de Precios de Productos Petrolíferos, Gas Natural y Productos Petroquímicos -integrado por SE, SHCP, SECOFI y SECODAM, y por PEMEX, que actúa como secretaría técnica- cuyo propósito es el de instrumentar la nueva política de precios.

Empero, el gas LP constituyó una excepción importante.  Para este producto se ha mantenido un precio administrado y se maneja un complejo sistema de comercialización, con numerosas deficiencias.  Se mantienen fuertes subsidios directos y cruzados, que distorsionan el comportamiento del mercado, en el que abundan las prácticas comerciales irregulares.  En cambio, en septiembre de 1995 se decidió restituir el amoníaco al esquema de precios con referente internacional, haciendo explícitos los subsidios con los que se entrega a los productores de fertilizantes y adoptando providencias para que éstos se trasladen efectivamente a los beneficiarios.

2.2.1.3 Demanda externa

El desarrollo de importantes yacimientos de petróleo a finales de la década de los setenta, permitió disponer de volúmenes crecientes para exportación.  En 1983, se exportaron 1,537 MBD de petróleo crudo, la cifra más alta del período 1980-1994.  En ese año se adoptó la política de mantener relativamente constante el nivel de exportaciones.  Sin embargo, el ritmo de crecimiento de la producción no permitió cumplir plenamente esa meta y, al mismo tiempo, satisfacer el incremento de la demanda interna.  Entre 1985 y 1994, la producción total de crudo, sólo aumentó 54 MBD en términos absolutos, en tanto que el consumo interno creció 186 MBD y, por lo tanto, las exportaciones se redujeron en 132 MBD.

MEXICO: EXPORTACIONES DE PETROLEO CRUDO 1980-1994

(Miles de barriles diarios)

Tipo de Crudo    1980       1985       1990       1991       1992       1993     1994

Maya                       370         832         827         877         923         857       800

Istmo                      458         607         293         329         287         262       179

Olmeca                       0              0         157         163         158         218       328

Total                        828              1,439      1,277      1,369      1,368      1,337    1,307

Fuente: Petróleos Mexicanos

El valor de las exportaciones de crudo del país se redujo significativamente de un máximo de 16,400 millones de dólares, alcanzado en 1982, a 6,624 millones en 1994.  Esta declinación reflejó las bruscas fluctuaciones de los precios internacionales en los años ochenta.

MEXICO: EXPORTACION DE PETROLIFEROS Y GAS NATURAL 1980-1994

(Miles de barriles diarios)

Producto                 1980             1985             1990             1991             1992           1993             1994

Gas licuado                  14.6              18.2              47.2              36.9              19.1            17.8              25.3

Gasolinas                       0.0              19.6                0.7                0.0                1.2              6.7                4.2

Turbosina                       0.0                5.3              14.8              16.6              15.1            16.8              15.8

Diesel                              1.2              15.0              31.1              20.1              28.4            26.9              20.3

Combustóleo               28.8              29.1                7.7                7.7              22.9            39.8                1.7

Otros                               2.0              52.5                8.6              18.2              30.4            47.9              42.5

Total                              46.6            139.7            110.1              99.5            117.1          155.9            109.8

Gas natural [854]*            0.0                0.0                0.0                0.0                0.0              0.7                2.8

Fuente: Petróleos Mexicanos

En los últimos años, el comercio exterior de productos petrolíferos ha cobrado una importancia creciente.  Tradicionalmente, su carácter había sido residual: la colocación en el mercado de productos excedentarios y la adquisición de aquéllos en posición deficitaria.  El valor de estas transacciones alcanza ahora una participación significativa en la balanza comercial del país.  Entre 1990 y 1994 las exportaciones promediaron 700 millones de dólares anuales y las importaciones 1,200 millones.  Todo parece indicar que en el futuro próximo, en el marco de una economía más abierta, aumentarán tanto las exportaciones como las importaciones de productos petrolíferos, contribuyendo a la optimización económica de la producción y la distribución del sistema nacional de refinación.

MEXICO: IMPORTACION DE PETROLIFEROS Y GAS NATURAL 1980-1994

(Miles de barriles diarios)

Producto             1980             1985           1990             1991             1992             1993               1994

Combustóleo             0.0              13.6            51.8              46.6              53.3              55.3                79.4

Gas licuado                8.4              35.5            20.8              21.4              29.7              30.2                31.3

Gasolinas                   0.1                0.1            30.6              68.7              82.6              84.6                66.3

Otros                           6.5                4.3            11.7              30.1              42.6              20.7                27.1

Total                          15.0              53.5          114.9            166.8            208.2            190.8              204.1

Gas natural [855]*        0.0                0.6              6.4              24.2              36.2              14.2                18.5

Fuente: Petróleos Mexicanos

PEMEX ha venido trabajando intensamente en mejorar su capacidad para hacer frente a los retos de un mercado petrolero internacional cuyas reglas de comportamiento, instituciones e instrumentos comerciales, han estado sujetos a profundas transformaciones.  Ha buscado también aprovechar el comercio internacional para minimizar el costo del suministro interno de productos petrolíferos, gas natural y productos petroquímicos.  Por estos motivos, PMI-Comercio Internacional (PMI) participa en alianzas estratégicas en el exterior y realiza una amplia gama de operaciones de administración de riesgos en el mercado petrolero.  En 1993 inició transacciones por cuenta de terceros, hace un uso cada vez más extenso de capacidad de almacenamiento en el exterior y fortalece su infraestructura de comercialización internacional.

2.2.2 Energía eléctrica

2.2.2.1 Capacidad y oferta

La capacidad instalada de generación de energía eléctrica pasó de 14,625 MW a 31,649 MW durante el período 1980-1994.  La capacidad en este último año más que duplicó la instalada en 1980, gracias a una tasa de crecimiento promedio del 5.7% anual.

La hidroelectricidad ha venido perdiendo participación, a pesar del considerable aumento en su capacidad instalada, que se elevó en más de 50% en el período, y de haber registrado una tasa media anual de incremento de 3.1 por ciento.

El crecimiento más elevado se encuentra en la capacidad de generación a base de hidrocarburos, que se incrementó en poco más del 100% desde 1980, con una tasa acumulativa de 5.1% anual.  Aunque el aumento más rápido correspondió a las plantas de ciclo combinado, la mayor parte de la capacidad instalada continúa correspondiendo a las centrales de vapor.

MEXICO: CAPACIDAD DE GENERACION POR

TIPO DE CENTRAL

Megawatts

                                 1980           1985           1990           1991           1992           1993             1994

  Hidroeléctrica                            5,992          6,532          7,804          7,931          7,931          8,171            9,121

  Hidrocarburos                           8,483       12,950       14,914       16,271       16,531       16,318         17,098

    Vapor                                         6,616          9,599       11,367       12,553       12,788       12,574         13,274

    Ciclo Combinado               540                  1,450          1,687          1,826          1,817          1,818            1,898

    Turbogas                                  1,190          1,789          1,778          1,777          1,777          1,777            1,777

    Combustión                        137             112               82             115             149             149               149

    interna

  Dual                                                                                                                                                 1,400            2,100

  Carboeléctrica                                          900                  1,200          1,200          1,200          1,900            1,900

  Geotermoeléctrica               150             426             705             720             730             740               753

  Nucleoeléctrica                                                            675             675             675             675               675

  Eólica                                                                                                                                                                    2

  TOTAL                                       14,625       20,808       25,298       26,797       27,067       29,204         31,649

Fuente: Comisión Federal de Electricidad

La instalación de capacidad de generación a base de otras fuentes de energía se inició en diversos momentos del período.  Tal es el caso de las plantas carboeléctricas, que entraron en operación comercial en 1981, con 300 MW, y que para 1994 alcanzaron los 1,900 MW.  La primera unidad de la planta nucleoeléctrica de Laguna Verde, Ver., entró en el sistema en 1989, con 675 MW de capacidad.  En 1995 ésta se duplicó con la entrada de la segunda unidad de la misma central.  En 1993 se añadió la capacidad dual, que se amplió en forma significativa el año siguiente.  Finalmente, en 1994 la planta eólica de La Venta, Oax., se integró al sistema nacional de generación.  Entre 1980 y 1994 destacó el importante incremento de capacidad de generación geotérmica.

MEXICO: GENERACION BRUTA POR TIPO DE CENTRAL, 1980-1994

Gigawatts hora

                              1980           1985             1990             1991             1992             1993           1994

  Hidroeléctrica                      16,740       26,087         23,337         21,737         26,095         26,235       20,048

  Hidrocarburos                     44,213       53,772         75,152         78,921         77,561         76,875       86,827

    Vapor                                  37,012       48,322         66,916         70,328         69,829         68,339       77,023

    Ciclo  combinado               3,267          4,554            7,487            7,748            7,214            7,982          9,099

    Turbogas                              3,623     853               669               659               281               277             456

    Combustión                    311               43                 80               186               237               277             249

    interna

  Dual                                                                                                                                                     2,148          7,770

  Carboeléctrica                                           3,852            7,774            8,077            8,318         10,500       13,036

  Geotermoeléctrica           915                  1,641            5,124            5,435            5,804            5,877          5,598

  Nucleoeléctrica                                                               2,937            4,242            3,919            4,931          4,239

  Eólica                                                                                                                                                                      4

  TOTAL                                   61,868       85,352       114,324       118,412       121,697       126,566     137,522

Fuente: Comisión Federal de Electricidad

Como es natural, el patrón de generación bruta por tipo de planta sigue de cerca la estructura de la capacidad de generación.  Su crecimiento medio anual en el lapso 1980-1994 fue de 5.9%, ligeramente superior a la tasa de aumento de la capacidad instalada.  La composición por fuente de energía en 1994 muestra que los hidrocarburos representan cerca de dos tercios (63.1%) de la generación total. Con el uso de combustóleo y gas natural se consiguen eficiencias térmicas de conversión similares: 34.6 por ciento.

Es ilustrativo advertir la contribución de otras fuentes a la sustitución de los hidrocarburos en la generación de electricidad.  La energía hidroeléctrica generada en 1994 representó 89 MBD de petróleo equivalente; la carboelectricidad, 53 MBD; la geotermia 25 MBD, y la nucleoelectricidad, 19 MBD.

Las importaciones no han sido relevantes en el período considerado, aunque a partir de 1985 han tenido incrementos considerables, llegando a un total de 1,140 GWH en 1994.  Las exportaciones de electricidad han sido mayores, principalmente desde la central de Cerro Prieto hacia EUA, por 1,970 GWH en el mismo año.

2.2.2.2 Demanda

La demanda de energía eléctrica está determinada por numerosos factores, entre ellos el crecimiento demográfico, el estilo de desarrollo y el ritmo de la actividad económica, las condiciones climáticas y geográficas, los cambios tecnológicos, y los niveles tarifarios.

El crecimiento promedio anual de la disponibilidad bruta de energía eléctrica en los últimos 15 años fue de 5.87%, en tanto que la población del país creció a un ritmo del 2.0% y el producto interno bruto (PIB) en 1.9 por ciento.  Así, la demanda de energía eléctrica observó tasas de crecimiento altas, superiores al ritmo de crecimiento poblacional y económico del país, lo que revela la persistencia de índices elevados de intensidad energética.

La diferencia entre la energía bruta generada y la vendida se encuentra en los usos en servicios propios, el consumo en condensadores síncronos, las pérdidas por transmisión y distribución, los usos ilícitos y el desfasamiento en los ciclos de facturación.  Durante el período, esta diferencia, pasó de 2,712 GWH en 1980 a 7,051 GWH en 1994, montos que representaron 4.4 y 5.1 por ciento, respectivamente, de la primera.  Las pérdidas por conversión variaron, entre los mismos años, de 369 petajoules (PJ) a 935 PJ.  Este incremento se debió a los mayores volúmenes de combustibles procesados.  No obstante, las eficiencias térmicas de conversión mejoraron en 4.6% durante el período, pasando de 30.1% en 1980 a 34.7% en 1994.  Las pérdidas en transmisión y distribución solían estimarse como porcentaje de la generación bruta.  Actualmente se realizan esfuerzos para contar con mejores estimaciones, de acuerdo con las cuales en 1994 se obtuvo una cifra de 19,980 GWH, monto que equivale al 15.2% de la energía neta disponible y que muestra el potencial de mejoramiento aún existente.

En 1994 las ventas de energía eléctrica ascendieron a 111.5 terawatts hora (TWH), de los cuales 53.8% se destinaron a la industria y a otros usuarios de servicios de alta y media tensión; 25.0% a usuarios residenciales; 8.8% al sector comercial; 5.8% al riego agrícola; 4.8% a los servicios municipales, tales como alumbrado público y bombeo de agua, y el restante 1.8% a la exportación a empresas de Estados Unidos y Belice.  Si bien el número de usuarios industriales representa el 0.4% del total, a ellos corresponde más de la mitad de las ventas, mientras que el número de usuarios residenciales equivale al 88.2% del total y se les destina una cuarta parte de la energía vendida.  Ambos segmentos, industrial y residencial, absorben casi cuatro quintas partes (78.8%) de las ventas totales.

2.2.3 Investigación aplicada y desarrollo tecnológico

Aunque el gobierno ha apoyado en forma decidida la actividad de investigación aplicada y desarrollo tecnológico en el sector de la energía, no se han materializado las acciones suficientes que permitan incrementar y consolidar los esquemas de apoyo y financiamiento adecuados, que a su vez lleven a esta actividad al nivel de prioridad en el esfuerzo nacional, no sólo para la solución de problemas tecnológicos a corto plazo, sino para impulsar su desarrollo en el mediano y largo plazos.

2.2.3.1 Industria petrolera

A partir de 1986, la evolución de los precios del petróleo generó un gran énfasis por parte de las empresas petroleras en la disminución de costos, lo que seguirá ocurriendo durante los próximos años, especialmente si, como se espera, los precios del crudo permanecen constantes en términos reales.

El énfasis en el abatimiento de los costos y en el mejoramiento de la competitividad ha derivado en procesos generalizados de reestructuración organizacional y reingeniería de procesos, así como una reorientación de los gastos de investigación y desarrollo tecnológico en materia petrolera dando mayor énfasis a la aplicación del conocimiento.

La industria petrolera mexicana no alcanza los niveles de gasto en investigación y desarrollo tecnológicos que caracterizan a las empresas multinacionales, lo que hace necesario redoblar estos esfuerzos para fortalecer áreas estratégicas de la industria y la capacidad de generación y absorción de tecnologías de punta.  La relación entre gastos en investigación y desarrollo y ventas totales de las empresas petroleras es indicativa en este sentido.  En 1994, el índice correspondiente a PEMEX, estimado en 0.24%, si bien excedió al de otras empresas importantes (PDVSA, 0.21%, Repsol, 0.13%), quedó muy por debajo de los correspondientes a las grandes corporaciones transnacionales (Exxon, 0.62%, Texaco, 0.75%, Royal Dutch Shell, 0.91% y British Petroleum, 1.06%).

2.2.3.2 Industria eléctrica

La investigación y el desarrollo tecnológicos juegan un importante papel en la industria eléctrica.  Entre los grupos que contribuyen a mejorar los equipos utilizados, los procesos que transforman y los sistemas que controlan la generación, la transmisión y distribución de la energía eléctrica, se incluyen unidades internas a la propia CFE, como la Unidad de Ingeniería Especializada y el Laboratorio de Pruebas de Equipos y Materiales.  Externamente se encuentran el Instituto de Investigaciones Eléctricas (IIE), grupos en el sector educativo, como el Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), del postgrado en la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica del Instituto Politécnico Nacional (IPN), y los centros de investigación industriales.

La capacidad tecnológica alcanzada por estas entidades y la adecuada implantación de los resultados de sus proyectos de investigación, han sido y serán elementos clave dentro del proceso modernizador del aparato productivo asociado al sector eléctrico.  En paralelo con esta plataforma tecnológica, ha ido evolucionando la formación de grupos de investigación, especializados e interdisciplinarios, con gran capacidad para responder a las necesidades tecnológicas del sector.

2.2.3.3  Investigaciones nucleares

En materia nuclear, el Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares (ININ), desde su creación en 1979 ha desarrollado funciones sustantivas en materia de investigación y desarrollo en el campo de las ciencias y tecnología nucleares, así como en la promoción de usos pacíficos de la energía nuclear, la difusión de avances y la prestación de servicios especializados, a fin de vincular estos campos al desarrollo económico, social, científico y tecnológico del país.

2.2.4 Ahorro y uso eficiente de energía

Los bajos precios de la energía que predominaron hasta finales de la década pasada y el haber considerado por mucho tiempo a los combustibles fósiles como un recurso ilimitado, llevó a la creación de un perfil de uso final de energía con altos índices de consumo por unidad de producto.  Esta situación, aunada al desarrollo tecnológico en materiales, equipos y sistemas, han creado un potencial de ahorro de energía de proporciones tales que puede constituirse en alternativa a algunas inversiones en nuevas capacidades de generación y de producción de energéticos.

A diferencia del desarrollo de nuevas instalaciones para la producción de energía, que a menudo requiere de la importación de bienes de capital, el aprovechamiento del potencial de ahorro de energía tiene un alto componente de participación nacional en equipos y mano de obra.  Por su carácter sumamente desagregado, que implica modificaciones y/o sustitución de equipos y sistemas que son diseñados, producidos, distribuidos e instalados en el país, el aprovechamiento del potencial de ahorro de energía representa una actividad con grandes posibilidades de impacto social positivo, cuyos beneficios económicos directos para productores y usuarios se complementan con la generación de empleos y de capacidades técnicas.

El aprovechamiento cabal del potencial de ahorro de energía demanda condiciones que no están totalmente dadas y que, por lo tanto, deben ser promovidas activamente por el sector público y por la empresa privada.  En este sentido, hay que superar la falta de información sobre tecnologías disponibles; promover el fortalecimiento de las firmas consultoras existentes y desarrollar nuevas, así como agilizar los mecanismos de financiamiento, principalmente con los que cuenta la banca de fomento.

En particular, es indispensable contar con mayor información sobre el parque de equipos y sistemas que utilizan energía en el país, del tiempo y la manera en que éstos son operados y del costo de modificarlos con equipos más eficientes disponibles en el mercado, considerando que ya se cuenta con una base de información, producto de los diversos proyectos y diagnósticos energéticos realizados en instalaciones representativas de los principales sectores consumidores.  El contar con información más detallada permitirá estimar, con un mayor nivel de precisión, los potenciales de ahorro existentes, así como apoyar el proceso de identificación de prioridades.

Se puede definir a grandes rasgos la dimensión del potencial de ahorro de energía en México.  Por un lado, comparaciones internacionales de índices de consumo de energía por unidad de producto muestran que México tiene índices de consumo mayores a los de países más desarrollados, lo que permite suponer un importante potencial de ahorro.  Asimismo, estimaciones basadas en encuestas en instalaciones industriales y comerciales, en el servicio público de alumbrado, en unidades familiares, administrativas y agrícolas, así como en bibliografía sobre experiencias en otros países sobre usos finales específicos, permiten afirmar que el potencial económicamente factible es de un mínimo del 20% del consumo actual, lo que supondría un consumo evitado de más de 130 MMB anuales de petróleo equivalente.

Dado su carácter sumamente desagregado, el aprovechamiento del potencial de ahorro de energía requiere de un gran esfuerzo coordinado por el sector público, con la participación activa de los sectores privado y social.  Con este propósito se estableció la Comisión Nacional para el Ahorro de Energía (CONAE), la cual desde su creación, ha llevado a cabo un conjunto muy amplio de actividades tendientes a promover el ahorro y uso racional de la energía.

Por su parte, y en coordinación con las políticas nacionales, la CFE instrumentó el Programa de Ahorro de Energía del Sector Eléctrico (PAESE) y, como iniciativa complementaria, promovió la creación del Fideicomiso de Apoyo al Programa de Ahorro de Energía del Sector Eléctrico (FIDE), que se ha convertido en un importante instrumento para cumplir con las políticas nacionales de ahorro y uso eficiente de la energía.

Por su parte, PEMEX ha mantenido en operación diversos programas orientados a elevar la eficiencia y evitar el dispendio de energía en sus propias instalaciones, al tiempo que ha empezado a aprovechar el potencial de cogeneración de algunos procesos de la industria petrolera.

2.2.5 Cuidado del ambiente

2.2.5.1 Hidrocarburos

En congruencia con la política ecológica nacional, PEMEX ha dado gran importancia al cumplimiento de los compromisos derivados de la normatividad nacional y de los convenios internacionales.

Las acciones de protección ecológica de PEMEX-Exploración y Producción se orientan a evaluar las condiciones ambientales en las instalaciones y su entorno; realizar campañas de difusión sobre protección ecológica y, desde luego, cumplir los requerimientos legales en materia de protección ambiental.  Al efecto, el organismo realiza auditorías ambientales de las cuales se derivan acciones concretas de control de emisiones contaminantes y de descargas en suelos y aguas.

La protección del medio ambiente es también una línea de acción prioritaria para PEMEX-Gas y Petroquímica Básica.  Actualmente, la mayoría de los centros de trabajo cuentan con plantas de tratamiento de efluentes que permiten eliminar o degradar los compuestos contaminantes para cumplir con los límites permisibles fijados por la Comisión Nacional del Agua. Asimismo, se han instalado puertos de muestreo en las chimeneas para analizar el porcentaje de compuestos que se emiten a la atmósfera y, de esta manera, efectuar los ajustes necesarios para optimizar la combustión.

PEMEX-Petroquímica continúa trabajando en el cumplimiento de los niveles oficiales de la calidad de las aguas residuales en los complejos petroquímicos, esperando a finales de 1995 el cumplimiento al 100% de la norma de calidad de aguas residuales fijada por las autoridades ambientales.

PEMEX-Refinación procura fortalecer la conciencia ecológica de sus trabajadores y realiza un conjunto de acciones enfocadas a compensar o revertir las formas de deterioro ambiental relacionadas con el desarrollo de sus actividades operativas, estableciéndose criterios rigurosos para la selección de tecnologías e inversiones que incorporan elementos de protección ambiental.  El cierre de la refinería "18 de marzo" en Azcapotzalco fue una acción ecológica de gran trascendencia.  Con esta medida se eliminó la principal fuente fija de emisión de contaminantes atmosféricos en el Valle de México.

Por otra parte, PEMEX-Refinación ha emprendido numerosas acciones para disminuir las emisiones de contaminantes atmosféricos y contribuir así al mejoramiento de la calidad del aire.  Entre ellas destacan:

         La adición de éter metil terbutílico (MTB) a las gasolinas distribuidas en el Valle de México para reducir la emisión de contaminantes de los vehículos.

         La introducción al mercado de la gasolina sin plomo Magna Sin, con  objeto de hacer posible el uso de convertidores catalíticos en los vehículos.

         La reducción en 50% del contenido de plomo de la gasolina Nova y el inicio de la comercialización de gasóleo industrial, con bajo contenido de azufre.

         La reformulación de las gasolinas automotrices para el Valle de México, con el fin de disminuir las emisiones de precursores del ozono.

         Se ha dejado de producir el llamado diesel nacional, sustituyéndolo en todo el país por el diesel especial.  Además, se ha iniciado la comercialización del Diesel-Sin, producto de mayor rendimiento, que disminuye la corrosión de los equipos.

Estas acciones han permitido disminuir notablemente las emisiones de óxidos de azufre en el Valle de México a partir de 1990.  Para 1994 se consiguió una reducción de 75% en las emisiones, lo que representó dejar de lanzar 170 toneladas diarias de SO2 a la atmósfera de la Ciudad de México.  En el caso del plomo, el efecto también ha sido notable: las emisiones totales en el Valle de México se han reducido durante los últimos seis años en 85 por ciento.  También se han registrado avances en el abatimiento de las emisiones de monóxido de carbono e hidrocarburos, gracias también al uso de aditivos detergentes; la adición de MTB; el control de la presión de vapor y el uso de convertidores catalíticos.

En cumplimiento de los compromisos de Petróleos Mexicanos relativos al saneamiento de la Cuenca Lerma-Chapala, se terminó la construcción de la planta de tratamiento de aguas residuales urbanas e industriales de la ciudad de Salamanca y de la refinería "Ing. Antonio M. Amor".  Asimismo, se ha iniciado la construcción de plantas similares en las otras cinco refinerías del sistema.

2.2.5.2 Electricidad

Por las características tóxicas de los bifenilos policlorados (usualmente denominados askareles), a partir de 1980 la CFE no compra equipos que contengan este compuesto y, en forma paralela, ha iniciado el retiro de los askareles de los transformadores y capacitores eléctricos que los contenían.  El almacenamiento de los askareles acumulados, con vistas a su destrucción, se realiza en instalaciones que cumplen con los lineamientos establecidos en materia de residuos peligrosos.

Siempre que las obras de la CFE dieron lugar a cambios de uso del suelo, se contó con la autorización de las autoridades ambientales y se adoptaron medidas preventivas y de mitigación para la conservación y protección de los recursos naturales.  Los proyectos eléctricos se localizan fuera de las áreas comprendidas en el Sistema Nacional de Areas Protegidas y de las que los gobiernos estatales declaran zonas de conservación.  Por lo general, se procede a la reforestación de una superficie equivalente a la de vegetación desmontada para el tendido de líneas de transmisión.

Las emisiones de contaminates a la atmósfera de todas las centrales termoeléctricas de CFE están dentro de los límites establecidos por la norma NOM-085-ECOL-1994.  Para medir las emisiones de contaminantes en chimenea, CFE tiene instalados sistemas de monitoreo continuo y redes de calidad del aire, que permiten establecer medidas correctivas durante el proceso de generación de energía con objeto de reducir los impactos al ambiente.

Para ajustar la calidad de los efluentes de aguas residuales a las concentraciones establecidas por las autoridades ambientales, las centrales termoeléctricas cuentan con fosas de neutralización para los drenajes químicos, fosas separadoras de grasas y aceites, y fosas sépticas o plantas de tratamiento biológico para los drenajes sanitarios, cumpliendo así con los límites máximos permisibles de contaminantes determinados en la norma oficial NOM-001-ECOL-1993.

Los desechos radiactivos de la central nucleoeléctrica Laguna Verde se encuentran confinados en almacenes diseñados específicamente para preservar su integridad y seguridad, de acuerdo a normas internacionales y bajo la supervisión del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).

2.2.6 Seguridad de instalaciones y materiales nucleares

Las instalaciones nucleares más importantes de México son, sin duda, las dos unidades de la Central Nucleoeléctrica de Laguna Verde.  La primera de ellas inició su operación comercial en 1990 y la segunda en abril de 1995.  Las otras instalaciones nucleares existentes son el reactor de investigación Triga Mark III y la planta piloto de fabricación de combustible nuclear del ININ, y los conjuntos subcríticos del Instituto Politécnico Nacional (IPN) y de la Universidad Autónoma de Zacatecas.

Las instalaciones radiactivas son operadas por instituciones públicas o privadas, que deben obtener de la Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardias (CNSNS) los permisos, licencias y autorizaciones para utilizar, poseer o transportar material radiactivo.  Se tienen registrados 1,074 usuarios titulares de autorizaciones, permisos o licencias, siendo los principales rubros de utilización los que se refieren a medicina e industria.

Algunas de las instalaciones radiactivas más importantes de México son el laboratorio de materiales radiactivos y el centro de almacenamiento de desechos radiactivos del ININ; los irradiadores de materiales, equipos y alimentos del ININ y de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM); el irradiador de larvas de mosca del Mediterráneo establecido en Chiapas, así como 90 unidades de teleterapia y quince aceleradores lineales de partículas cargadas, para uso médico.

2.3 ESCENARIOS DE MERCADO PARA EL AñO 2000

2.3.1 Demanda de hidrocarburos

Para alcanzar el crecimiento económico que demanda el desarrollo nacional, es necesario asegurar la disponibilidad amplia y eficiente de los recursos de hidrocarburos de que dispone el país.  Para ello, se requiere contar con instalaciones de producción, transporte y distribución de combustibles adecuadas, modernas y eficientes, además de ofrecer un abasto oportuno, competitivo y suficiente para los consumidores nacionales.

Bajo la coordinación de la Secretaría de Energía (SE), el Grupo de Política de Combustibles (GPC) ha identificado las políticas e inversiones necesarias para satisfacer las demandas esperadas de electricidad, de combustibles industriales y de transportación, al mínimo costo para el país, en términos de costos de oportunidad internacionales y de acuerdo a la evolución prevista de las normas ambientales.

Para definir estas políticas y necesidades de inversión fue necesario acordar una serie de premisas de planeación comunes en relación a los diversos factores que influyen en el comportamiento de la demanda de energéticos, como son: el crecimiento esperado de la economía nacional; la evolución de los precios internacionales del crudo, los productos petrolíferos, el gas natural y el carbón; los niveles de emisiones establecidos en las normas ambientales, y las especificaciones de calidad de los combustibles.  El drástico cambio en el entorno económico nacional, a partir de diciembre de 1994, ha puesto de manifiesto la importancia de revisar periódica y sistemáticamente los resultados de estos análisis de largo plazo.

La solución económicamente óptima para satisfacer la demanda futura de energía eléctrica y de combustibles del país, cumpliendo con las normas ambientales esperadas, implica una reorientación de la política nacional de combustibles hacia un menor consumo de combustóleo y consecuentemente, un aumento significativo en el consumo de gas natural.  Se espera que la demanda total del par energético combustóleo-gas natural, incluyendo los autoconsumos de PEMEX, alcance en el año 2000 la cifra del orden de 1.0 MMBD de combustóleo equivalente.

A partir de 1998, la introducción de la norma ambiental para óxidos de azufre se reflejará en una significativa reducción en el consumo de combustóleo, del orden del 50%, que será compensada por un aumento en la demanda de gas natural seco, la cual se estima que para los usos considerados en el ejercicio de planeación del GPC (fuentes fijas), podría alcanzar los 3,800 MMPCD en el año 2000.  Este incremento reflejará también los siguientes factores:

         El establecimiento del marco regulatorio del gas natural.

         Los avances tecnológicos en la generación eléctrica, con una mayor participación de unidades de ciclo combinado que utilizan gas.

         La existencia de una amplia capacidad de generación eléctrica dual (gas-combustóleo) y el bajo costo de conversión de calderas para el uso del gas en zonas con accesibilidad al suministro.

         La penetración del gas natural en los mercados residencial y comercial, a través de redes urbanas de distribución.

Este importante cambio en la estructura de la demanda de ambos combustibles implica retos de gran magnitud para PEMEX.  Es necesario tomar acciones para atender el notable crecimiento en el consumo de gas natural y para disponer en forma económica de los excedentes de combustóleo que se generarán, sobre todo en el norte del país.  Los planes de negocios de los organismos subsidiarios de PEMEX  toman en cuenta esta discontinuidad en la demanda.

Por lo que se refiere a la demanda de gasolinas, se prevé un crecimiento mínimo durante el período 1994-2000, de 1.8% en promedio anual, manteniéndose en un volumen ligeramente superior a los 550 MBD.  Sin embargo, la demanda de la gasolina sin plomo Magna-Sin continuará aumentando a tasas mayores, estimándose que en el año 2000 su participación en el mercado alcance el 75 por ciento.

La demanda de diesel registrará una ligera contracción en los primeros años del lapso considerado, alcanzando en el año 2000 un volumen de alrededor de 250 MBD, similar al registrado en 1994; pero la proporción de diesel de muy bajo contenido de azufre pasará de 30% en 1994 a más del 80% en el año 2000.

En cuanto a la demanda de turbosina, para el período 1994-2000 se espera un crecimiento ligeramente superior, estimado en 4.8% como promedio anual, rebasando los 60 MBD al final del período.

El consumo de gas LP, combustible utilizado básicamente por el sector residencial, experimentará un crecimiento mayor, del orden de 2.7% como promedio anual en el período analizado, alcanzando en el año 2000 un volumen cercano a los 300 MBD.

2.3.2 Demanda de energía eléctrica

El crecimiento medio anual de la demanda de electricidad en los diez años que culminaron en 1994 fue de 5.1 por ciento.  Para los próximos diez años, la CFE ha definido dos escenarios, en función de diferentes supuestos de crecimiento económico: uno moderado, en el que se prevé un crecimiento promedio anual de 3.5% en la demanda de energía eléctrica, y otro más alto, que es el escenario esperado, en el que esa tasa de crecimiento resulta de 4.9 por ciento.

A partir de la demanda de 111.5 TWH registrada en 1994, se espera que las ventas de energía eléctrica hasta el año 2000, alcancen las siguientes cifras, expresadas en TWH:

Año             Escenario moderado                          Escenario esperado

1995                                        114.0                                                      114.8

1996                                        114.3                                                      117.8

1997                                        115.8                                                      121.1

1998                                        120.3                                                      126.7

1999                                        125.1                                                      132.9

2000                                        130.3                                                      140.2

Como se advierte, el escenario esperado prevé para 2000 una demanda de energía eléctrica superior en más de una cuarta parte (25.7%) a la registrada en 1994.  Su satisfacción constituye un reto considerable para el subsector eléctrico nacional y hace aún más necesario movilizar de manera efectiva la participación de productores independientes de energía.

3. OBJETIVOS Y PRIORIDADES

3.1 RECTORIA DEL ESTADO

La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos consagra, en sus artículos 27 y 28, la facultad exclusiva de la Nación para la explotación de los hidrocarburos, la prestación del servicio público de energía eléctrica y el manejo de los recursos nucleares.  Estas disposiciones tienen fundamentos políticos, históricos y económicos sólidos, tendientes a constituir un sector energético que sea pilar fundamental del desarrollo nacional.

La función del Estado en el sector de la energía consiste en asegurar la explotación racional de los recursos energéticos del país, a través de la fijación de políticas y la conducción de los organismos del sector, por parte de la SE.  Esta función es indeclinable e irrenunciable y constituye una vía para hacer realidad el valor más importante de nuestra nacionalidad: la soberanía.  La manera en que el Estado ejerce la rectoría del sector ha evolucionado de un papel preponderantemente controlador a otro más normativo, regulador, promotor del empleo y de la participación de los particulares en las áreas en que la ley la permite.  Se busca acrecentar la contribución del sector al desarrollo nacional.

De esta suerte, al inicio de la Administración, con las reformas a la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal en diciembre de 1994, se redefinieron las funciones de la SE, encargándola específicamente de:

         Conducir la política energética del país.

         Ejercer los derechos de la Nación en los subsectores petrolero, eléctrico y nuclear.

         Conducir la actividad de las entidades paraestatales del sector.

         Participar en los foros internacionales en materias de su competencia, en forma coordinada con la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), y proponer a ésta la celebración de acuerdos internacionales en esas materias.

         Promover la participación de los particulares en la generación y aprovechamiento de energía.

         Llevar a cabo la planeación energética a mediano y largo plazos y establecer las directrices económicas y sociales para las entidades paraestatales del sector.

         Otorgar permisos y autorizaciones en materia energética, conforme a las disposiciones aplicables.

         Cuidar que el conjunto de las actividades del sector se lleve a cabo con estricto apego a la legislación y normatividad en materia ecológica.

         Realizar y promover estudios e investigaciones sobre ahorro de energía, fuentes alternas, estructuras, costos, proyectos, mercados, precios y tarifas, normas y demás aspectos relacionados con el sector enérgetico, a fin de proponer las acciones conducentes cuando corresponda.

         Preparar y expedir normas oficiales mexicanas sobre las materias de su competencia, incluyendo las orientadas a promover el desarrollo del sector y las correspondientes a la seguridad de instalaciones nucleares y materiales radiactivos.

         Llevar el catastro petrolero.

En el caso de PEMEX, para alcanzar los objetivos de maximizar el valor económico y de alcanzar una posición competitiva a nivel mundial, se buscará desincorporar las actividades que no contribuyen a la creación de valor o a mejorar la posición competitiva de la empresa.  Las prioridades de este organismo público deben centrarse en las actividades estratégicas, que son críticas para su desarrollo, y transferir gradual y selectivamente al sector privado las actividades que éste pueda proveer a un menor costo.

En el subsector eléctrico se han efectuado reformas a la Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica y a su Reglamento, dando oportunidad a los particulares para generar energía eléctrica, lo cual permitirá al Estado concentrar los recursos a las actividades prioritarias de transmisión, despacho y distribución.

3.2 REESTRUCTURACION DEL SECTOR

El Plan Nacional de Desarrollo 1995-2000 indica que es necesario avanzar en la reestructuración del sector de la energía para asegurar su desarrollo y su contribución acrecentada al crecimiento sostenido y sustentable de la economía y al bienestar social, a través de la provisión de insumos y servicios oportunos, suficientes y de alta calidad, a precios competitivos, para la planta productiva y los usuarios individuales.  De esta suerte, la reestructuración aparece como objetivo instrumental de primer orden para ese período.

Ante el esfuerzo de modernización del gobierno mexicano y el replanteamiento a nivel mundial de la organización de la producción y suministro de energéticos, y con apego a los mandatos constitucionales y a las directrices básicas del Plan Nacional de Desarrollo 1995-2000, se realizará una amplia reestructuración de las entidades del sector, que permita establecer estructuras ágiles y austeras para cumplir eficazmente con sus responsabilidades.

3.2.1 Subsector petrolero

En el subsector de hidrocarburos, PEMEX ha transitado de su estructura anterior, de gran magnitud, centralizada y departamentalizada, hacia la actual, diseñada en torno a cuatro líneas de negocios: exploración y producción, refinación, gas y petroquímica básica y petroquímica, coordinadas por un corporativo encargado de la conducción estratégica.

Un cambio estructural tan trascendente requiere tiempo para consolidarse y mostrar sus beneficios.  Se han logrado ya avances significativos.  La transición fue ordenada y sin problemas mayores.  Se descentralizaron funciones de apoyo en recursos humanos, adquisiciones, construcción y finanzas, y los organismos cuentan ya con estados financieros independientes.

Actualmente, la reestructuración continúa en concordancia con la necesidad de enfrentar los retos que conllevan los planes de negocios de los organismos subsidiarios.  Cada empresa se reorganiza para alcanzar mejor sus objetivos específicos y superar sus diversos retos.  En todo caso, existe el propósito común de desarrollar una mayor capacidad de gestión que se oriente por las siguientes prioridades:

         La integración de grupos directivos que consoliden el liderazgo empresarial y transformen a PEMEX en una entidad cada vez más eficiente y competitiva.

         El desarrollo de una infraestructura de gestión moderna, que evalúe continuamente el desempeño.

         El mejoramiento de la capacidad de absorción de las tecnologías de avanzada disponibles.

         La consolidación del liderazgo empresarial en toda la institución.

La reestructuración de PEMEX, al alcanzar todos los niveles de la organización, apoyará la implantación de la nueva cultura que privilegie la eficiencia y la productividad.

Por otra parte, PEMEX debe actuar en un entorno crecientemente competitivo, que estimule esos mayores niveles de eficiencia y productividad.  Parte de este entorno competitivo surge de la reestructuración misma de PEMEX, pues las relaciones entre sus cuatro subsidiarias se han tornado transparentes y están regidas por criterios de mercado.  Cada una es responsable de sus propios resultados y las transacciones interorganismos se realizan a los precios del mercado, establecidos con base en referentes internacionales relevantes.

Otro elemento importante del nuevo entorno competitivo lo constituye la participación directa de los particulares, nacionales y extranjeros, en actividades no estratégicas.  En 1995 se procedió a liberalizar el mercado del gas natural, admitiendo la participación de los sectores social y privado en el transporte, almacenamiento y distribución.  Esta decisión fundamental fue pronto complementada con la asignación de nuevas funciones y atribuciones a la Comisión Reguladora de Energía (CRE) y con la expedición del Reglamento de Gas Natural, en noviembre de 1995.  De esta suerte, se han empezado a instrumentar los lineamientos fundamentales de política para el subsector.

Corresponde al Gobierno Federal asegurarse que PEMEX cuente con la capacidad para desempeñarse en este nuevo entorno de competencia.  En este sentido, conviene avanzar en la revisión de su régimen fiscal y presupuestario.

3.2.2 Petroquímica

La industria petroquímica, de gran complejidad en sus operaciones y diversidad de productos, manifiesta un conjunto de características que la distinguen de otros sectores industriales.  El tamaño de sus plantas y su integración en complejos son elementos críticos de su competitividad.  Las economías de escala constituyen un aspecto central, al determinar costos de operación y de construcción de las plantas.  Su logro pleno depende de la utilización apropiada de coproductos y subproductos que se obtienen en los principales procesos petroquímicos.  A ello obedece la existencia de complejos industriales en los que se encadenan procesos en etapas sucesivas  para formar sistemas de producción y consumo integrados.

Estas características explican, en gran medida, la dinámica del proceso de desarrollo de esta industria.  El patrón de desarrollo de la petroquímica en México ha pasado por fases bien determinadas: despegue (1960-1975), crecimiento acelerado (1976-1985) y consolidación (1986-1992).  En las fases iniciales de su desarrollo, el sector público, especialmente PEMEX, jugó un papel fundamental, invirtiendo para garantizar la oferta en volúmenes y precios adecuados.  Jugó así un papel promotor y disparador del proceso.  Posteriormente, después de un ciclo de crecimiento acelerado, hacia mediados de la década de los ochenta, la industria petroquímica empezó a manifestar diversos problemas gestados en su fase expansiva.  Estos hicieron crisis coincidiendo con una etapa de estancamiento de la economía mexicana.  En este período se dio fin al monopolio comercial de PEMEX en materia petroquímica.  La falta de integración de la cadena petroquímica hizo necesario llevar a cabo reclasificaciones sucesivas entre productos petroquímicos básicos y secundarios.

Los efectos de todas estas acciones no fueron suficientes para reanimar la expansión de esta industria.  Por su parte, la industria petroquímica internacional sufrió una profunda contracción al iniciarse los años noventa, lo que también afectó las perspectivas de inversión en México.

En el marco de estos ciclos, la petroquímica ha estado sujeta a grandes fluctuaciones en la utilización de la capacidad instalada, los precios de sus productos y su rentabilidad global.  En los países desarrollados, la rentabilidad media a lo largo de estos ciclos es poco mayor al costo del capital.  Sin embargo, las tasas anuales de rentabilidad varían dentro de un rango muy amplio.  Para competir en estas condiciones es necesario garantizar agilidad en las decisiones de inversión y flexibilidad en las operaciones.  El acceso oportuno a cuantiosos recursos de inversión es un requisito necesario para la competitividad a lo largo del ciclo.

Aunque, en sentido estricto la industria petroquímica no forma parte del sector energético, la vinculación histórica de esta industria de proceso con PEMEX obliga a así considerarla.  Es intención del Gobierno Federal lograr la reactivación de la inversión y el crecimiento de la industria petroquímica, como sustento básico del fomento de una industria química moderna y competitiva.  Para lograr este objetivo, se ha diseñado una estrategia fundamentada en la desincorporación de los activos petroquímicos secundarios, que actualmente corresponden a PEMEX-Petroquímica.

Con la desincorporación, se persiguen los siguientes objetivos económicos básicos:

         Fomentar el desarrollo de una industria petroquímica globalmente competitiva y de escala mundial.- La participación en la industria petroquímica secundaria de empresas privadas experimentadas, competitivas y poseedoras de recursos de capital y de tecnologías de avanzada, permitirá reordenar y racionalizar los activos desincorporados, para alcanzar una operación más eficiente y competitiva.

         Promover la inversión en la industria química del país, estimulando su crecimiento y modernización.- La disponibilidad de precursores petroquímicos, de calidad y precios comparables a los internacionales, se constituirá en un importante factor de desarrollo de la industria química, propiciando la integración de cadenas productivas y consolidando empresas con la escala necesaria para competir en los mercados mundiales.

         Elevar la competitividad global de la planta industrial mexicana.- Paralelamente, la disponibilidad de insumos provenientes tanto de la petroquímica como de la industria química, en condiciones competitivas en cuanto a precio y calidad respecto de los suministros importados, se convertirá en un poderoso factor de impulso a la eficiencia y competitividad globales de la industria mexicana.

Específicamente, dentro del propio sector petroquímico, con la desincorporación se persigue:

         Disponer de recursos tecnológicos y de inversión para superar rezagos y asegurar el crecimiento sostenido de la industria.- Estos requerimientos son muy cuantiosos y pueden estimarse, en lo que resta del decenio, en varios miles de millones de dólares.  Se requiere, por tanto, una amplia movilización de recursos de inversión privados, nacionales y extranjeros.

         Aprovechar las ventajas estructurales de México en el sector petroquímico.- México es un país con importantes ventajas para el desarrollo de la industria petroquímica.  Posee una industria química y, más ampliamente, una planta industrial que ha alcanzado un grado apreciable de desarrollo y diversificación.  Cuenta, por tanto, con una sólida base de mercado interno para las materias primas que elabora la industria química.  El volumen de esta demanda permite alcanzar los requerimientos necesarios para incursionar con éxito en los mercados mundiales.  Por otra parte, el gas natural que se produce en México es rico en contenido de etano, que constituye la base de la cadena del etileno, una de las más amplias y diversificadas de la industria petroquímica.

Finalmente, en relación con el conjunto de PEMEX, la desincorporación permitirá:

         Asignar de manera más eficiente los recursos de que dispone la paraestatal.- En efecto, tras la desincorporación, PEMEX podrá concentrar sus recursos en las actividades de mayor rentabilidad relativa que son, por cierto, las que la Ley le reserva en exclusividad.

En abril de 1995 se estableció la Comisión Intersecretarial de Desincorporación.  Este órgano expidió, en octubre del mismo año, los "Lineamientos para la desincorporación de PEMEX-Petroquímica susceptibles de ser utilizados como unidades económicas con fines productivos".  Estos lineamientos constituyen las orientaciones de política a las que se sujetará el proceso de desincorporación,  iniciado en noviembre de 1995.

3.2.3 Energía eléctrica

En el subsector eléctrico se alentará la participación privada en la generación de energía eléctrica y se fortalecerá la inversión pública en transmisión y distribución.

Este criterio servirá de base para la reorganización de las entidades involucradas en el subsector eléctrico, a fin de establecer un esquema que permita la participación más eficiente en la satisfacción de la demanda.  Dicho proceso buscará una reestructuración por niveles funcionales y unidades regionales, de tal manera que se especifiquen y delimiten las responsabilidades de cada nuevo participante y se evidencien las interrelaciones entre todos.

La CFE se ocupará del despacho, transmisión, distribución y comercialización, para fines de la eficiente prestación del servicio público de energía eléctrica, de la energía generada por productores externos, además de la propia energía producida por dicho organismo.

Parte importante de la reestructuración de la CFE será la creación interna de centros de resultados (ingresos/costos).  Cada centro llevará su propia contabilidad, destacando los ingresos percibidos dentro de su área de exclusividad por concepto de la prestación del servicio eléctrico y el costo de la energía requerido para ello.

Por otra parte, con objeto de fortalecer la autonomía de gestión de las entidades públicas del subsector, se propondrán mecanismos que les permitan ejercer sus finanzas conforme a los mejores intereses de las empresas y de la sociedad.

Por su parte, Luz y Fuerza del Centro (LFC) será reestructurada, teniendo en consideración sus procesos operativos básicos; sus recursos humanos y su situación financiera.  La nueva estructura está enfocada a satisfacer los objetivos siguientes:

         Ser adecuada para que este organismo se dedique principalmente a la distribución y comercialización de energía eléctrica, conservando su capacidad de generación.

         Tener la flexibilidad estructural mediante una conveniente desconcentración y descentralización, que le permita reaccionar eficientemente a los requerimientos de los usuarios.

         ·Reducir los costos de operación asociados a ineficiencias operativas.

         Mejorar la calidad del servicio y orientar las funciones hacia la satisfacción de las necesidades de los usuarios.

         Asignar responsabilidades integrales a cada una de las áreas.

3.3 FOMENTO DEL FEDERALISMO

El Plan Nacional de Desarrollo 1995-2000 destaca entre sus planteamientos centrales al federalismo, por ser la forma de organización política más adecuada para fortalecer la democracia, consolidar la unidad nacional y propiciar entre la población un sistema equilibrado y justo, y por generar las condiciones institucionales necesarias para atender la problemática del país, así como para aprovechar las potencialidades que a México le brinda la diversidad cultural, étnica, geográfica y económica de sus regiones.

La SE y sus entidades coordinadas, en consonancia con estos conceptos, seguirá contribuyendo al desarrollo regional del país al garantizar un abasto suficiente y oportuno de los energéticos que demanda la actividad productiva en todos los ámbitos del territorio nacional y a través de la derrama económica resultante de los empleos directos e indirectos que por tal motivo se generan en gran número de entidades federativas.

Lograr el fortalecimiento de las finanzas de los estados y, en particular, de los municipios es tarea prioritaria y el sector energía juega un papel importante en aquellas entidades donde se obtiene, transforma o genera.  Alcanzar una distribución cada vez más participativa de la riqueza generada es camino que se seguirá en los próximos años.

De igual manera, las actividades del sector seguirán aportando su apoyo a la oferta de servicios sociales, tales como los educativos, de salud, culturales y recreativos a lo largo del territorio nacional, promoviendo la superación de las regiones menos favorecidas del país y coadyuvando a un desarrollo más autónomo de las regiones y los asentamientos humanos.  Lo anterior hará que el fortalecimiento de las dimensiones económica y social del Pacto Federal repercutan en una disminución de las desigualdades nacionales para el bienestar de toda la población.

Aunado a ello, la descentralización geográfica de los organismos subsidiarios de PEMEX, así como los programas de descentralización de la CFE, representan un factor de singular trascendencia en la promoción del desarrollo económico y social de determinadas zonas con enorme potencial de progreso.

3.4 PARTICIPACION PRIVADA

Se llevará adelante la estrategia de fomentar la participación privada en el sector energético en los ámbitos, previstos por la legislación, que no forman parte de las actividades reservadas al Estado. Mediante una adecuada regulación, se definirán con claridad las áreas de complementación de los sectores público y privado.  Asimismo se fijarán con precisión los límites de las funciones del Estado como propietario, operador y regulador, garantizando a todos los agentes económicos involucrados relaciones equitativas que propicien la eficiencia económica del sector para aprovechar óptimamente los recursos de la Nación.

En el subsector eléctrico, se procurará aprovechar las nuevas opciones que ofrece el marco legal en materia de electricidad para dirigir la inversión pública a fortalecer y mejorar la transmisión, despacho y distribución y para continuar alentando la participación privada en la generación de energía eléctrica en cualquiera de las modalidades previstas, así como en su importación y exportación.

En la elaboración del programa de expansión del sistema eléctrico, se consideraron escenarios alternos que responden a diferentes condiciones de la economía y del sector energético en particular, incluyendo el suministro de combustibles, la normatividad ambiental aplicable, así como las diferentes modalidades de generación por particulares y la creciente utilización de fuentes alternas.

Por su parte, PEMEX concentrará sus esfuerzos en el núcleo de su actividad: la industria petrolera, incluyendo principalmente la exploración y producción primaria, la refinación de petróleo y el procesamiento de gas.  La ampliación de la plataforma petrolera tendrá prioridad.  Asimismo, se deberán aplicar acciones para que el suministro de combustibles industriales sea rápido, confiable, a precios competitivos y de las calidades requeridas.  Conforme a las disposiciones jurídicas se fomentará la participación de los sectores social y privado en el almacenamiento, transporte y distribución del gas natural.

La exclusividad del Estado en la propiedad y el control de los hidrocarburos es incuestionable, deriva del marco constitucional vigente y corresponde al interés nacional.

Como se ha dicho, para transformarse en una empresa más competitiva internacionalmente y maximizar la generación de valor económico, PEMEX ha iniciado y debe continuar un proceso de redefinición de sus fronteras y alcances.  En este proceso, el sector privado puede jugar un importante papel, complementario y de apoyo.

La estrategia es clara: concentrar recursos y esfuerzos en las actividades estratégicas que contribuyan a los objetivos básicos del organismo, reservadas al Estado por la Constitución; y permitir la creciente participación del sector privado en aquellas actividades, previstas en la legislación, en las que su acción resulte más eficiente.

PEMEX ya ha dado algunos pasos importantes en esta dirección.  La comercialización de lubricantes y los servicios aéreos de la entidad han sido parcialmente desincorporados.  La construcción de terminales de almacenamiento y de plantas de tratamiento de aguas se ha realizado con inversión privada y la industria petroquímica secundaria está en proceso de ser desincorporada.  Los organismos subsidiarios han identificado en sus planes de negocios las funciones y activos no fundamentales que pueden desincorporarse.

La reciente decisión de liberalizar el mercado del gas, a la que ya se ha aludido, permitirá la participación de inversionistas privados en la construcción de gasoductos y en el almacenamiento y la distribución de gas natural, misma que se promoverá activamente.

3.5 MARCO REGULATORIO

En observancia de las disposiciones constitucionales, tanto en materia de energía eléctrica como de gas natural, la legislación define los límites de las áreas estratégicas que están reservadas al Estado.  De esta manera, están bien definidas aquéllas otras en las que los particulares podrán participar, con apego al marco regulatorio aplicable a cada actividad.

La Comisión Reguladora de Energía (CRE) ha quedado establecida, de acuerdo a la iniciativa de ley aprobada por el Congreso de la Unión en octubre de 1995, como un órgano desconcentrado de la Secretaría de Energía, con autonomía técnica y operativa en el desempeño de sus atribuciones.  La Ley establece el fomento de la eficiencia en las actividades reguladas como el fin último de la regulación, al que deberá accederse a través del estímulo de la competencia, la protección de los intereses de los usuarios y consumidores y la definición de reglas claras, transparentes, predecibles y equitativas, para los agentes económicos que participan en las actividades reguladas.  Para ello, la regulación habrá de instrumentarse con una clara intención promotora: no se trata de sobrerregular o entorpecer el desarrollo de las actividades reguladas y la participación de los particulares en las mismas, sino de fomentarlos activa y decididamente.  El ámbito regulatorio, que esencialmente corresponde al de las relaciones entre las entidades estatales del sector y los agentes económicos privados que intervienen en él, quedó así nítidamente definido.  Abarca dos aspectos fundamentales: el mercado de energía eléctrica y el mercado de gas natural.

Complementariamente, corresponde en forma directa a la SE la regulación del mercado del gas licuado de petróleo, excepto en los casos del transporte y distribución por medio de ductos de este combustible, que es competencia de la CRE.

La actividad reguladora es esencial para cumplir el propósito de alentar la participación privada en la generación de energía eléctrica, de acuerdo a lo dispuesto en la Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica y en su Reglamento.  En el subsector eléctrico, el ámbito de regulación corresponde fundamentalmente a las relaciones entre los particulares generadores de energía, en cualquiera de sus modalidades, y las entidades que tienen a su cargo la prestación del servicio público.

Al respecto es prioritario revisar la regulación vigente en la materia para hacerla más transparente y efectiva, de suerte que aliente la participación de los particulares.  En especial, se requiere avanzar en la regulación aplicable a las adquisiciones de energía eléctrica a productores independientes y pequeños productores por parte de las entidades prestadoras del servicio público; al respaldo que estas últimas ofrezcan a los particulares que producen energía; al porteo de la energía generada por particulares; a las adquisiciones de excedentes de generación de cogeneradores y autoabastecedores, entre otras materias.  Es preciso asegurar, en especial, que los precios de adquisición de la energía eléctrica generada por particulares alienten la inversión en la producción externa de electricidad, al tiempo que resulten atractivos para las entidades que tienen a su cargo la prestación del servicio público.

Los instrumentos de regulación previstos en la Ley Reglamentaria del Artículo 27 Constitucional en el Ramo del Petróleo, en materia de gas natural, quedaron definidos en las disposiciones reglamentarias promulgadas en noviembre de 1995.  El Reglamento de Gas Natural dota a la CRE de las atribuciones necesarias para establecer y aplicar la regulación que asegure el suministro económicamente eficiente del gas natural.  Las normas oficiales mexicanas establecerán las características y especificaciones técnicas para la construcción y operación de los ductos, instalaciones y equipos.

El Reglamento se encuentra organizado en nueve capítulos que agrupan disposiciones reglamentarias de aplicación general, en los siguientes temas: venta de primera mano de gas natural; permisos para la realización de actividades de transporte, almacenamiento, distribución y conducción exclusiva; transferencia, modificación, extinción y revocación de permisos; condiciones generales para la prestación de los servicios; tarifas de los permisionarios; precio de venta al usuario final; utilidad pública, seguridad, información y directivas, y sanciones.

El Reglamento establece el objetivo de promover el desarrollo eficiente de la industria, a través de diversos instrumentos de regulación como son: el otorgamiento de permisos, la expedición de metodologías para el cálculo de los precios y tarifas que los permisionarios cobren a los usuarios, la aprobación de los términos y condiciones de los servicios y de las tarifas de los mismos, entre otras.

Una parte importante de las labores de la CRE será el otorgamiento de permisos.  A este efecto el Reglamento especifica los procedimientos que deberá seguir la CRE para su otorgamiento.

El Reglamento obliga a la CRE a elaborar directivas (documentos adicionales de regulación), en las que se especifiquen a mayor detalle algunos conceptos que no fueron desarrollados en el cuerpo del Reglamento.  Estos documentos deberán ser elaborados por la CRE a lo largo de 1996, acudiendo al procedimiento de consulta pública.

En su régimen transitorio, el Reglamento reconoce la existencia de operadores públicos y privados y la necesidad de que éstos se acojan a las nuevas disposiciones reglamentarias.  Para esto prevé la expedición de permisos provisionales a los operadores actuales y otorga un plazo de un año para que la CRE integre a estos operadores al régimen establecido.

Por otra parte, la SE recibió en 1995 atribuciones para regular las actividades de distribución de gas LP, que antes correspondían a la SECOFI.  Empero, la regulación del transporte del gas LP por medio de ductos corresponde al ámbito de operación de la CRE.

3.6 SATISFACCION DE LA DEMANDA

Tradicionalmente se ha buscado satisfacer la demanda de energéticos tomando como base la autosuficiencia desde un enfoque cuantitativo, situación que se ha ido modificando con el transcurso del tiempo debido a que el mercado ha evolucionado y exige, además de la cantidad, calidad en los productos, por lo que es imperativo que la demanda sea satisfecha en condiciones adecuadas de suficiencia, calidad, oportunidad, competitividad y seguridad, buscando en todos los casos reducir al mínimo el impacto ambiental y atender las demandas al menor costo.

3.7 EFICIENCIA ECONOMICA

La Nación, a través de la empresa pública, responde al reclamo social para satisfacer las demandas de la población en materia energética.  Lo anterior presupone que la operación de la empresa pública se haga en condiciones adecuadas de rentabilidad.  Estas son un requisito indispensable de los organismos del Estado para asegurar su expansión.

Los bienes y servicios que ofrece el Estado, además de alcanzar los atributos ya mencionados de calidad, deberán ofrecerse a precios tales que permitan que la planta industrial opere en condiciones de competitividad.  El mundo globalizado, en el que se encuentra inmerso México, exige productos de calidad a precios competitivos y reclama en consecuencia empresas sanas con operaciones eficientes desde el punto de vista económico.

Resulta fundamental mejorar la eficiencia económica y operativa de los organismos públicos que operan en el sector.  Se han identificado muy diversas oportunidades para capturar valor económico; se han cuantificado las brechas respecto a empresas líderes, y se han programado acciones para eliminarlas.

Entre las medidas que incrementarán la eficiencia económica destacan el ahorro y uso eficiente de la energía por las propias empresas del sector; la racionalización del empleo productivo; la reducción de costos en la exploración y el desarrollo de campos; la optimización del sistema integral de refinación, y la mejora continua de los sistemas de transmisión y distribución de electricidad, incluyendo la eliminación de la energía eléctrica no facturada por uso fraudulento.

3.8 POLITICA DE PRECIOS Y TARIFAS

La política de precios y tarifas constituye una pieza fundamental en las tareas de reestructuración sectorial y un instrumento eficaz para el logro de los objetivos de desarrollo del sector.  Ligadas estrechamente al conjunto de los propósitos que orientan el quehacer sectorial, las decisiones en esta materia son más específicas por su naturaleza e influyen de manera clara sobre una eficiente asignación de los recursos, tanto a nivel intrasectorial como frente al resto del aparato productivo.

De manera consistente con la estrategia económica y social explícita en el Plan Nacional de Desarrollo, será necesario que las políticas de precios y tarifas incorporen consideraciones de carácter económico, financiero y productivo-social.  Así, deberán continuarse los esfuerzos encaminados a la conformación de una estructura de precios relativos que, influyendo en los patrones de consumo, permita la combinación óptima en el uso de fuentes requeridas para satisfacer la demanda de energía que se prevé en este programa.

La participación de nuevos agentes económicos privados en el sector hace aún más urgente una política de precios y tarifas que permita generar los recursos financieros necesarios para sufragar los costos totales y favorezca la ampliación de la infraestructura que requiere el sector.  Se buscará así fortalecer la capacidad financiera de los organismos que operan en él, reduciendo las presiones por mayores subsidios de parte del Gobierno Federal.

Las consideraciones de carácter productivo y social corresponden al Gobierno Federal y no son menos importantes en el diseño de una sana política tarifaria y de precios.  Implican el reconocimiento de demandas justas que reclaman la satisfacción de los requerimientos de energía con alcance a toda la sociedad.  Lo anterior obliga a la presencia de subsidios que permitan favorecer a los sectores de menores recursos y el apoyo a regiones o actividades específicas.  Estos, sin embargo, deberán ser transparentes y subsistirán sólo temporalmente.  Mientras persistan, deberán estar acompañados de medidas que aseguren que sus beneficios llegan efectivamente a aquellos usuarios a los que están orientados.

3.9 SEGURIDAD OPERATIVA

En los últimos años, los aspectos relativos a seguridad operativa han cobrado particular importancia en el sector energético.  Los avances en este terreno han tenido que superar enfoques que disocian la producción, el mantenimiento, el diseño y la seguridad y salud ocupacionales.  Las empresas que operan en el sector energético, incluso las empresas privadas que se ocupan o se ocuparán en el futuro del transporte y distribución de gas natural y de gas LP, deberán mantener como prioridad las políticas de seguridad, considerándolas como componente indispensable de sus funciones productivas.

Se han desarrollado esquemas que conciben a la seguridad y la salud ocupacionales como elementos integrales del quehacer de la empresa.  Los responsables de la ejecución de los procedimientos de trabajo deberán igualmente prever la seguridad necesaria.  En tal virtud estas funciones y responsabilidades deben distribuirse en forma directa en la línea de mando de las empresas.  En este modelo, el área de seguridad se convierte en una unidad de apoyo, consultora, asesora y auditora de la gestión.

Como consecuencia de lo anterior, se deberá desarrollar un marco de seguridad integral que, estableciendo objetivos o metas básicas, estimule la implantación de mecanismos de autocontrol y promueva la innovación y la creatividad en la operación de las empresas del sector energético.

Con esta visión, se establece la necesidad de prever situaciones riesgosas, a fin de adoptar las medidas preventivas y/o de protección adecuadas y oportunas.  Esta prevención necesaria obliga a que personal de experiencia escrute bajo procedimientos sistemáticos y con el debido detalle, la totalidad de la planta o instalación.  La tendencia actual es que el personal operativo participe plenamente en los asuntos de seguridad y que el personal que está encargado de la misma, así como las autoridades del centro de trabajo, no se limiten a formular normas, reglamentos, procedimientos y controles, sino que contribuyan a mejorar la gestión de seguridad y a crear una cultura de autoprotección.

Más específicamente, las prioridades establecidas en esta materia incluyen:

         Instrumentar esquemas organizativos de seguridad integral que establezcan objetivos y metas básicas, y promuevan la innovación y el mejoramiento.

         Adoptar normas y criterios basados en estándares internacionales relevantes, acordes al desarrollo tecnológico y a las necesidades del país.

         Establecer, a través de la SE, políticas de seguridad que conlleven al convencimiento e involucramiento de los niveles directivos responsables de los organismos del sector.

         Elaborar y llevar a cabo programas de capacitación orientados hacia una nueva cultura de seguridad, tanto a nivel general como hacia la formación y actualización de especialistas.

De esta manera, el sector energético responde a las necesidades impuestas por la modernización tecnológica y se encamina a disminuir los márgenes de riesgo, lo cual se traducirá en la ampliación de la seguridad laboral y de su entorno, a efecto de proteger al trabajador, las instalaciones y, consecuentemente, a la población.

3.10 EMPLEO Y PRODUCTIVIDAD

El Plan Nacional de Desarrollo 1995-2000 establece, como prerrequisito para generar los empleos bien remunerados que la población demanda, que la economía del país debe crecer a tasas elevadas y fomentar aquellas actividades que favorezcan la absorción de mano de obra.  El sector energético debe empeñarse en la creación de nuevas fuentes de empleo, compatibles con la expansión y eficiencia de sus actividades productivas.

Con el propósito de asegurar que cada puesto de trabajo sea una célula productiva, se debe otorgar prioridad a los programas de capacitación, vinculados con el establecimiento de programas que estimulen y recompensen la aptitud, actitud y desempeño, a través de su promoción, asignando remuneraciones justas conforme a las responsabilidades asignadas y a  las  condiciones del mercado laboral.

Uno de los instrumentos fundamentales para mejorar la eficiencia económica y la competitividad del sector se encuentra en el mejoramiento de la productividad.  Se prevé avanzar en los programas sectoriales de productividad laboral, operativa, financiera y de calidad de servicio.

Se formalizarán los programas de productividad para cada uno de los procesos de que consta el suministro de energía eléctrica.  Al efecto, se elaborarán contratos-programa entre el área responsable del proceso y el nivel jerárquico inmediato superior, en los que se establezcan las metas de productividad a alcanzar.  Por medio de índices de gestión, se evaluará el desempeño logrado así como el grado de cumplimiento de los compromisos contraídos.

En el subsector petrolero se llevarán adelante los programas permanentes de incremento de la productividad, mediante la modernización de los sistemas de trabajo, su simplificación y, en su caso, el avance en la mecanización y automatización de los procesos productivos.

Se requiere contar, en todo momento, con el compromiso de los trabajadores y de sus organizaciones para conseguir los objetivos señalados.

3.11 DESARROLLO DE LA INFRAESTRUCTURA

En concordancia con la prioridad que en el PND se otorga al desarrollo de la infraestructura del país, las entidades paraestatales del sector de energía ejecutarán sus programas de inversión cuidando de vincularlas con esa prioridad.  Buena parte de las inversiones destinadas a ampliar la oferta de energía constituyen, en sí mismas, inversiones en infraestructura, como es el caso de las centrales eléctricas, las subestaciones y las líneas de transmisión y distribución; en otras inversiones, que constituyen instalaciones de producción o transformación, existen instalaciones complementarias que también amplían la infraestructra de la nación, como los ductos de recolección en campos petroleros y los caminos de penetración hacia las zonas de exploración y producción.  Por ello, la prioridad que en este programa se otorga a la inversión en los subsectores petrolero y eléctrico, responde claramente a la necesidad de expandir, fortalecer y modernizar la infraestructura del país, de acuerdo a los lineamientos del PND.

Un monto considerable de los recursos de inversión del sector se dirigirá al mantenimiento de las instalaciones ya existentes.  Este es un aspecto que no siempre ha recibido, debido a las restricciones financieras, la atención suficiente.  En el período de instrumentación de este programa se procurará, como objetivo prioritario, asegurar un adecuado equilibrio entre las inversiones que se destinan a ampliar la infraestructura existente y las que se orientan a su mantenimiento, para conservarla en óptimas condiciones de operación.

3.12 DEFENSA Y RESTAURACION DEL AMBIENTE

En el contexto de las políticas nacionales de defensa y restauración del ambiente, el sector energético ha emprendido acciones para atender los compromisos prioritarios y generar oportunidades de simplificación y modernización de la administración para la protección al ambiente, que hagan posible la autorregulación de las empresas paraestatales, a fin de alcanzar objetivos específicos de cuidado ambiental, que permitan una mejor calidad de vida y contribuyan al desarrollo sustentable.

En el subsector de hidrocarburos, PEMEX y sus empresas subsidiarias continuarán persiguiendo el objetivo de mejorar la protección al ambiente, a través de la prevención, control y mitigación de emisiones contaminantes y de los impactos asociados a la construcción y operación de las instalaciones, acentuando la prioridad otorgada a:

         Las inversiones y acciones orientadas al mejoramiento de la calidad de productos refinados.

         Las medidas encaminadas a reducir los impactos ambientales negativos de las actividades de PEMEX sobre las localidades y regiones en las que actúa, incluyendo la mejora de la infraestructura necesaria.

         Los estudios y proyectos relacionados con la protección ambiental, así como las bases normativas y equipamiento para llevar a cabo las auditorías en los organismos y áreas corporativas.

         La construcción y rehabilitación de instalaciones para tratamiento de efluentes y de desechos sólidos, líquidos y gaseosos, así como para el tratamiento de descargas residuales.

En materia de electricidad, las empresas del sector emprenderán y priorizarán las acciones orientadas a actualizar y promover el cumplimiento de la normatividad ambiental, a fin de reducir al mínimo los daños al entorno.  En este sentido:

         Se realizarán inspecciones y auditorías ambientales a instalaciones, para prevenir o controlar la contaminación en caso de que se esté produciendo, ajustándose al cumplimiento de la legislación ambiental vigente.

         Se participará con las autoridades ambientales en la revisión y formulación de normas, guías y criterios específicos para obras del sector eléctrico.

         Se reforzará la prevención y mitigación del impacto ambiental de las instalaciones eléctricas, incorporando las acciones de protección ambiental en las etapas de planeación y selección de sitios, enfatizando la evaluación de los costos y beneficios de alternativas de ubicación de estas instalaciones.

         Se complementará la normatividad ambiental interna de las empresas y se promoverá el cumplimiento y actualización de la existente, para incorporar las nuevas modalidades de generación de energía eléctrica y los cambios en la estructura administrativa de las instituciones.

         Se establecerán con las autoridades ambientales convenios de apoyo técnico, tanto directo (vía participación de personal) como indirecto (a través de estudios contratados), para fortalecer el cumplimiento eficaz y oportuno de las responsabilidades y programas.

         Se fomentará interna y externamente, en todos los niveles, la investigación y la educación ambiental, con la convicción de que ésta es la mejor estrategia de prevención de problemas ambientales.

3.13 AHORRO Y USO EFICIENTE DE LA ENERGIA

De manera consecuente con los objetivos, estrategias y lineamientos definidos en el Plan Nacional de Desarrollo 1995-2000, en particular con los referidos al uso eficiente de recursos, a la reducción de impactos ambientales y a la aplicación de políticas sectoriales pertinentes, se observarán las siguientes prioridades para el ahorro y uso eficiente de la energía:

         Desarrollar programas institucionales en las dependencias y entidades de la Administración Pública Federal que fomenten el ahorro y uso eficiente de la energía en sus edificios y flotillas de vehículos y, en general, en la producción y consumo de bienes y servicios.

         Instrumentar, en coordinación con los gobiernos estatales y municipales y con la banca de desarrollo, programas de ahorro y uso eficiente de energía para edificios, flotillas de vehículos, sistemas de alumbrado público, sistemas de bombeo de aguas potables y negras, y promover la ejecución de proyectos de uso racional de la energía.

         Continuar, dentro de un marco de amplia concertación con los sectores social y privado, el desarrollo y la implantación de normas para la eficiencia en equipos y sistemas de uso final de energía.

         Establecer, a partir de 1996, el horario de verano, consistente en adelantar una hora los tres husos horarios existentes en el conjunto del territorio nacional, en los meses de mayor luminosidad natural, con objeto de aprovechar mejor la luz del día para la realización de las actividades económicas y sociales de la población.

         Concertar con los sectores social y privado su incorporación a los programas orientados al ahorro de energía en transporte, procesos, inmuebles, producción de bienes y prestación de servicios.

         Continuar el desarrollo de la capacidad humana, organizacional e institucional para la realización de las actividades de ahorro y uso eficiente de energía, de manera coordinada con las instituciones educativas y de investigación nacionales.

         Continuar el impulso a la investigación y desarrollo tecnológico en el campo del ahorro y uso eficiente de la energía.

         Participar en la adecuación y complementación del marco jurídico en materia de eficiencia energética, el cual es insuficiente y aparece disperso en un sinnúmero de ordenamientos.  En este rubro destaca como punto prioritario la formulación de un proyecto de iniciativa de Ley de Eficiencia Energética.

Más específicamente, a fin de avanzar en la racionalización en el uso de los hidrocarburos, se plantean las siguientes prioridades complementarias:

         Promover con PEMEX y sus organismos subsidiarios; con la CFE, y con LFC, la continuación y expansión de los programas internos de eficiencia energética.

         Promover el aprovechamiento del potencial de cogeneración.

         Concertar con fabricantes nacionales de vehículos automotores una nueva normatividad de eficiencia energética, e investigación para el uso de otros tipos de combustibles.

         Promover el aprovechamiento de las fuentes alternas de energía.

Las acciones en esta materia incluyen diversas medidas, entre ellas: la aplicación de un sistema de incentivos mediante los cuales se otorguen bonificaciones económicas a través de la facturación eléctrica, a los usuarios que adquieran e instalen equipos y dispositivos eléctricos de alta eficiencia; el desarrollo de proyectos demostrativos a través del FIDE en los principales sectores consumidores, mediante el otorgamiento de financiamientos para la realización y aplicación de medidas específicas tendientes a ahorrar energía eléctrica en las instalaciones de usuarios representativos de los principales sectores consumidores, y  la reducción de pérdidas en transmisión y distribución.

Además, se tiene contemplado promover y apoyar programas dirigidos por otras instancias, con proyectos específicos que permitan reducir el consumo de energía eléctrica en las instalaciones de las dependencias públicas y la continuación de los esfuerzos para optimizar el consumo de energía eléctrica en los sistemas de bombeo, coordinados por la Comisión Nacional del Agua (CNA).

En lo que corresponde a la realización de acciones para lograr ahorros de energía eléctrica en los principales sectores consumidores, se contempla la administración de la demanda de energía eléctrica y no sólo de su oferta.  Tal es el caso del establecimiento de tarifas de energía eléctrica que reflejen los costos incurridos para satisfacer la demanda, induciendo con ello el ahorro de energía por parte de los usuarios del servicio.  Asimismo, se propiciarán cambios estructurales, a través de la aplicación de tecnologías que permitan asegurar la permanencia de los ahorros.

El conjunto de programas propuestos permitirían, en el horizonte del año 2000, conseguir ahorros que, sin alterar el ritmo de crecimiento económico previsto, oscilarían entre los 5,513 y 7,951 GWH al año.  El rango superior de la meta establecida implica alcanzar un ahorro en capacidad de 1,510 MW, que equivale al 4.8% de la instalada en 1994, en tanto que el ahorro en consumo significa el 7.3% de las ventas internas en 1994.

3.14 COMERCIO EXTERIOR E INTERNACIONALIZACION

Aunque tradicional y fundamentalmente orientado a la satisfacción de la demanda interna, desde finales de los años setenta han ganado importancia las acciones internacionales en el sector de la energía, en especial la posición de México como exportador de petróleo.  Para consolidar su reestructuración y desarrollo, el sector mexicano de energía debe integrar un número y diversidad crecientes de acciones internacionales en los campos del intercambio comercial y de la cooperación técnica internacional.

México ocupa un lugar importante en el mercado mundial del petróleo.  La oferta de crudo mexicano de exportación debe mantenerse y aun ampliarse en los próximos años, para continuar captando ingresos de divisas por este concepto, que contribuyan al financiamiento del desarrollo.  La estrategia exportadora debe tener en consideración, en todo momento, la situación y perspectivas del mercado petrolero internacional, cuidando de contribuir a su estabilidad y predictibilidad.  Para ello es importante mantener y acrecentar las consultas informales con otros participantes en el mercado: gobiernos y empresas, exportadores e importadores.

Más allá de la actividad exportadora, la internacionalización de PEMEX es un proceso de largo plazo, que se ha intensificado en el pasado reciente y que se debe profundizar, con objeto de capturar los beneficios de una integración eficaz a los mercados externos, entre los que se cuentan:

         Asegurar la colocación de las exportaciones y garantizar el suministro económico de las importaciones.

         Contribuir a optimizar el sistema nacional de refinación, a través de operaciones de comercio exterior de productos petrolíferos, al tiempo que se amplían las opciones de refinación y exportación, mediante coinversiones y alianzas estratégicas en el exterior.

         Mejorar la capacidad técnica, con apoyo en las tecnologías de punta que ofrecen las empresas internacionales y enriquecer la capacidad gerencial, a través de una mayor y más intensa relación con empresas de reconocido prestigio.

En el subsector eléctrico, las interconexiones internacionales facilitarán la exportación e importación del fluido, que pueden actuar como elementos reguladores del abasto nacional.  Debe aprovecharse más cabalmente la amplia capacidad técnica acumulada en el subsector, mediante acciones de asistencia, que pueden constituirse en fuentes atractivas de ingreso de divisas.

4. ESTRATEGIAS Y ACCIONES

4.1 SECTOR CENTRAL: SECRETARIA DE ENERGIA

Las estrategias que orientan las diversas acciones de la Secretaría de Energía (SE) guardan una estricta congruencia con las funciones que le asigna la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, así como su desagregación y atribución a las diversas unidades que integran su estructura administrativa, contenida en su Reglamento Interior.  Los programas operativos anuales de la SE constituyen el instrumento ordenador de la ejecución del conjunto de acciones que le corresponden.  En este sentido:

         La conducción de la política energética se realizará con estricto apego a lo establecido en el Plan Nacional de Desarrollo 1995-2000 y en este programa sectorial, cuidando su coherencia con los objetivos y prioridades nacionales.

         La conducción de las actividades de las entidades paraestatales del sector, a través de las cuales la Nación ejerce sus derechos en los subsectores petrolero, eléctrico y nuclear, se orientará a asegurar el cumplimiento de los objetivos establecidos, la observancia de las prioridades a las que responden, el seguimiento de las estrategias y el desahogo de las funciones asignadas, en un marco de gestión presupuestal que privilegia el uso racional, ordenado y responsable de recursos limitados.

         Dada la importancia de los factores externos en la operación de conjunto del sector, la SE se mantendrá atenta a la evolución de los mercados mundiales de energía y activa en los foros y organismos a los que el país pertenece, en el ámbito de su competencia, y, a través de las acciones de coordinación adecuadas, en aquellos que inciden indirectamente en las actividades del sector.  En especial, se atenderán los movimientos de los precios y mercados internacionales del petróleo; la evolución de los mercados del gas natural, sobre todo en Norteamérica; la creciente interacción a nivel global de las cuestiones ambientales y el uso de los energéticos, y los avances tecnológicos susceptibles de absorberse y adaptarse a las necesidades del sector.  Se privilegiarán las consultas e intercambios informales de puntos de vista con los gobiernos de otros países, tanto exportadores como importadores de petróleo y con las empresas líderes en la industria.

         El estímulo a la participación de los particulares en las áreas y actividades del sector de energía de acuerdo a la legislación aplicable, se realizará con arreglo a una estrategia de fomento que abarca las acciones de inducción y formulación de proyectos, de promoción de inversiones, y de aplicación y adecuación de los marcos regulatorios.

         El otorgamiento de permisos y autorizaciones, conforme a las disposiciones aplicables, se efectuará con una vocación de estimular el desarrollo eficiente y oportuno de las actividades sujetas a esta normatividad, ya sea que se trate de las empresas paraestatales sectorizadas o de los agentes privados que participan en diversos segmentos del sector, en especial la generación de energía eléctrica y el transporte, almacenamiento y distribución de gas natural.

         La estrategia de ahorro y uso eficiente de la energía, que abarca no sólo a la SE y a las entidades del sector, sino a la sociedad en su conjunto, se instrumentará en forma sostenida, estimulando la participación de los sectores social y privado en su formulación y en la ejecución de las acciones concretas que comprende.  La implantación, a partir de 1996, del horario de verano,  ejemplifica el alcance nacional de las acciones que corresponden a esta línea de estrategia.

         La coordinación estratégica de los institutos de investigación aplicada y desarrollo tecnológico petrolero, eléctrico y nuclear maximizará su contribución al desarrollo y eficiencia global del sector.

Existen, por otra parte, importantes cruces sectoriales en la labor de la SE y la de otras dependencias del gobierno federal, que demandan la coordinación de estrategias y acciones.  Destacan, en este sentido, las siguientes:

         Con la Secretaría de Comercio y Fomento Industrial (SECOFI), la SE y las entidades paraestatales del sector de la energía habrán de diseñar instrumentos, fórmulas y procedimientos para la aplicación directa y automática, en favor de la industria nacional de bienes de capital, de las disposiciones de los capítulos de compras del sector público contenidas en los tratados comerciales suscritos por México y en sus reglas de aplicación, en especial en lo que se refiere a:

         La determinación de criterios y fórmulas que permitan calificar a los "proyectos llave en mano" como intensivos en mano de obra o intensivos en capital, a fin de establecer los niveles de contenido local aplicables.

         Promover la aplicación de fuentes alternativas de financiamiento para los organismos del sector en la realización de proyectos llave en mano o de grandes proyectos integrados, que permitan una creciente participación de la industria nacional.

         Establecer criterios objetivos para que los productos y servicios nacionales alcancen los estándares de competitividad deseados, mediante la elaboración y aplicación de normas oficiales mexicanas (NOM) o normas mexicanas voluntarias (NMX).

         Con la Secretaría de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca (SEMARNAP) deberán desarrollarse acciones coordinadas en materias de interés mutuo.  Se continuará así la coordinación que entre ambas dependencias se mantuvo a través del Grupo de Política de Combustibles, coordinado por la SE, y de los grupos intersecretariales sobre cuestiones ambientales, coordinados por la SEMARNAP, en los que participa la SE. En lo sucesivo, esta coordinación tendrá como uno de sus elementos centrales, los proyectos de implementación conjunta que se orienten a reducir las emisiones a la atmósfera de CO2 y de otros gases que contribuyen al cambio climático, además de continuar manifestándose en cuestiones tales como normatividad ambiental, calidad de combustibles y determinaciones de impacto ecológico, entre otros.

         Con la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL) deberán coordinarse las acciones de la CFE y de la propia SE en el marco del Programa Integral para Superar la Pobreza, sobre todo en materia de electrificación rural.

4.2 SUBSECTOR PETROLERO

4.2.1 Estrategia de conjunto

La estrategia para la reestructuración y desarrollo de la industria petrolera se orienta a conseguir la maximización del valor económico a largo plazo.  Para ello, PEMEX debe ser transformado en una organización cada vez más moderna, integrada y eficiente, propiedad del Estado, que se encuentre en condiciones de competir a nivel internacional.

La instrumentación de una estrategia así definida, supone políticas y acciones orientadas principalmente a:

         Desarrollar las reservas de hidrocarburos a un ritmo mayor que el actual, congruente con la capacidad de la economía para aprovechar eficientemente los recursos resultantes.  La oportunidad de generar valor económico a través del desarrollo de los recursos petroleros del país, en especial los que se encuentran en la región marina es excelente, pues supone rendimientos elevados sobre las inversiones.

         Mejorar significativamente la eficiencia operativa en el conjunto del organismo.  Las brechas están identificadas y, por su magnitud y trascendencia, es urgente eliminarlas.  Esta mejora incluye, entre otras acciones, el aumento de la eficiencia energética, el incremento de la productividad laboral, la optimización operativa del sistema y el pleno aprovechamiento de la innovación tecnológica.

         Continuar mejorando la calidad de los productos y servicios ofrecidos por PEMEX, para atender un mercado cada vez más exigente y enfrentar un ámbito de competencia cada vez más amplio y demandante.

         Otorgar prioridad al cuidado del ambiente, al incremento de la eficiencia en el uso de la energía y a la seguridad en operaciones e instalaciones, para responder a las demandas de la sociedad.

         Fortalecer el cambio de cultura en todos los niveles del organismo.  Funcionarios, empleados y trabajadores deben acentuar el cambio en su filosofía de trabajo, para dar mayor énfasis a obtener resultados económicos positivos y responder a las exigencias de los mercados.

         Ampliar significativamente la capacidad de gestión autónoma de PEMEX y de sus organismos subsidiarios, a través de una desregulación que elimine controles administrativos y requisitos obsoletos en su relación con las autoridades gubernamentales y que, de manera oportuna y adecuada, revise y reforme la normatividad presupuestal que se le aplica.

Como representante del dueño de los recursos -el pueblo de México-, el Estado, por medio de la SE debe conducir la política y orientar la operación del subsector.  Así, el desempeño de la industria petrolera debe ser regido por el Estado, a través de la SE.  Se trata de que la acción rectora estimule y oriente el cambio y el desarrollo, no que lo inhiba.  Se trata de asegurar su congruencia con los objetivos y orientaciones de la política nacional de desarrollo.

Le corresponde igualmente ejercer, a través de la CRE, una regulación que promueva eficazmente la participación de los particulares en las actividades en que la legislación lo permite, proporcionando a todos los agentes involucrados certidumbre, transparencia y equidad en las relaciones de unos con otros.

En materia de precios de los productos petrolíferos ya está en marcha la estrategia de establecer precios de transferencia interorganismos de PEMEX basados en costos de oportunidad internacionales que permiten evaluar el desempeño de actividades seleccionadas y apreciar de manera más clara los niveles de competitividad internacional del organismo.  Se eliminan así las distorsiones en los precios relativos de combustibles, los subsidios generalizados y no cuantificados, la discrecionalidad de términos y condiciones de compra-venta y la transferencia de productos a costos imputados.

Durante el período que cubre este programa, se deberán fijar mecanismos que emitan las señales económicas apropiadas, a través de sistemas de precios que reflejen costos de oportunidad en una economía abierta y permitan reproducir soluciones de mercado en el ámbito de PEMEX.  Se establecerán niveles de precios competitivos en relación a los que prevalecen en los mercados con los que compite la empresa petrolera estatal.  Los mecanismos de fijación de precios deberán ser lo suficientemente ágiles y flexibles, de modo que permitan responder a cambios en las condiciones variables de oferta y demanda de los productos petrolíferos.  En caso de permitirse la permanencia de subsidios, deberá asegurarse que lleguen efectivamente a los beneficiarios directos y buscarse su eliminación gradual.  Se armonizarán los sistemas de precios interorganismos, precios productor y precios consumidor de modo que se generen resultados consistentes en los organismos subsidiarios.  En todo caso, los precios se determinarán a través de mecanismos institucionales, en forma tal que se reduzca el poder discrecional de autoridades y operadores.  Se ampliará igualmente la gama de instrumentos comerciales diversificando el tipo de transacciones y sentando las bases para el establecimiento de relaciones contractuales a largo plazo.

4.2.2 Exploración y producción

En congruencia con el cambio estructural de PEMEX en su conjunto, los esfuerzos de PEMEX Exploración-Producción (PEP) se han enfocado al objetivo de materializar las enormes oportunidades de valor económico de los yacimientos mexicanos de hidrocarburos, a través de una serie de iniciativas estratégicas agrupadas en cuatro ejes básicos de acción: aplicación eficiente de los recursos de inversión, modernización de la estructura organizativa, reducción de restricciones tecnológicas y de recursos humanos, y mejoras en la eficiencia operativa.

Para asegurar su aplicación eficiente, los recursos de inversión se orientarán a:

         Lograr incrementos de la producción, mediante su canalización al desarrollo y optimización de los campos de mayor rendimiento, en los que se concentran las oportunidades de generar valor económico, y a la eliminación de los estrangulamientos de operación existentes.

         Integrar una cartera de proyectos cada vez de más alta calidad, a través del estudio sistemático de los campos prioritarios y la evaluación de las alternativas tecnológicas de explotación; del enlace de las estrategias de exploración y producción; privilegiar la exploración destinada a delimitar reservas ya descubiertas, y atender la exploración de frontera en nuevas áreas geológicas.

         Incrementar la confiabilidad del sistema de producción, abatiendo los rezagos operativos existentes, sosteniendo niveles internacionalmente aceptados de protección ambiental y seguridad industrial e incorporando los criterios de confiabilidad del sistema en los proyectos de incremento de la producción.

Para modernizar la estructura organizativa se aplicarán criterios de descentralización regional y de especialización operativa.  Por una parte, se integrarán unidades regionales que tengan la responsabilidad y autoridad integrales sobre la administración de los yacimientos y los resultados económicos de cada campo o cuenca petrolífera, así como sobre la formulación y ejecución de los proyectos que le correspondan.  Al mismo tiempo, las funciones de servicios -perforación, ingeniería, construcción, logística y mantenimiento de pozos e instalaciones- corresponderán a unidades específicas, que contratarán con las unidades regionales, transparentando las relaciones de costos y resultados.

Para llevar adelante la reducción de las restricciones tecnológicas y de recursos humanos,  se buscará:

         Identificar los desarrollos tecnológicos disponibles a nivel internacional y fomentar su asimilación por las unidades regionales y las de servicios.

         Establecer vínculos con universidades y centros de investigación, en México y en el exterior, para estimular su actividad en la investigación tecnológica de avanzada y aprovechar las innovaciones.

         Otorgar prioridad a los programas de capacitación técnica y directiva de trabajadores, técnicos y funcionarios, a través de planes de carrera, programas continuos y sistemas de incentivos.

Para mejorar la eficiencia operativa y alcanzar niveles de desempeño equiparables a los internacionales, se mantendrá un sistema permanente de evaluación frente a esos estándares, a través de proyectos piloto "llave en mano", medición más exacta y objetiva de los niveles de eficiencia y fomento del ahorro y uso eficiente de la energía.

En condiciones de disponibilidades limitadas de recursos de inversión, se ha jerarquizado estrictamente la cartera de proyectos de inversión de PEP.  Para ello, se ha atendido a los siguientes criterios:

         Concentrar la inversión en proyectos de alto rendimiento para incrementar la producción, con un enfoque integral del desarrollo de campos que incluye extracción primaria, recuperación secundaria, sistemas artificiales y optimización de instalaciones.  Estos proyectos corresponden a los siguientes campos:

Región Marina                                      Región Sur                                        Región Norte

          Cantarell                                          Samaria-Iride                                    Poza Rica

          Abkatún-Pol-Chuc                          Jujo-Tecominoacán                         Chicontepec

          Ku                                                      Giraldas

          Caan                                                 Agave

          Ek-Balam                                         Cunduacán-Oxiacaque

          Bacab                                               Cactus-Níspero

        Desarrollar la Cuenca de Burgos para producir volúmenes incrementales de gas no asociado.

        Realizar sólo los proyectos importantes de incorporación de reservas, que son los siguientes:

Región Marina                                     Región Sur                                    Región Norte

          Litoral Tabasco Marino                 Litoral Tabasco Terrestre             Bacalao

          Campeche                                       Julivá                                                 Sardina

                                                      Comalcalco                                     Cazones

                                                      Simojovel                                         Falcón

                                                      Macuspana                                      Camargo

        Asignar montos de inversión anuales constantes a los proyectos de evaluación de potencial.

Esta cartera incluye actividades a lo largo de toda la cadena de producción del organismo, atendiendo a las necesidades de corto, mediano y largo plazos.  Su integración obedece a una estrategia que comprende acciones complementarias en evaluación de potencial, incorporación de reservas, delimitación y caracterización de campos, recuperación secundaria y mejorada, sistemas artificiales de producción, administración integral de yacimientos, y mejoramiento de la confiabilidad de las operaciones, mediante acciones de mantenimiento, seguridad industrial, protección ambiental y ahorro de energía.  Los proyectos de incorporación de reservas y evaluación de potencial permitirán que, no obstante los mayores volúmenes de extracción previstos, se mantengan niveles importantes de reservas, que garanticen la seguridad energética de la Nación.

Se han determinado los recursos de inversión que serían necesarios en el período 1996-1998 para llevar adelante los proyectos prioritarios de la cartera de inversiones durante el primer año y financiarlos en los años subsecuentes, además de asignar recursos a los proyectos en ejecución iniciados en años anteriores.

Sobre esta base, se han realizado las siguientes estimaciones de montos de inversión -que constituyen la base de los proyectos de presupuesto-, niveles de producción y resultados.

Concepto y unidad                    1995           1996             1997             1998           1999             2000

Inversiones

(Miles de MMN$)                             10.5            13.5              17.7              19.6            17.7              14.1

Producción petróleo                             2,728          2,847            2,957            2,955          3,058            3,089

(MBD)

Producción de gas                               3,830          4,280            4,273            4,238          4,577            5,072

natural (MMPCD)

Utilidad de operación                     98.3          104.7            107.5            106.9          111.3            114.4

(miles de MMN$)

Como se advierte, el perfil de inversiones previsto permitirá, en caso de que se aprueben las asignaciones presupuestales correspondientes, alcanzar volúmenes de producción de petróleo que superarán los 3 MMBD en los dos últimos años del período, para los que se espera que la demanda interna se sitúe en alrededor de 1.3 MMBD, arrojando excedentes exportables superiores a los 1.7 MMBD.  Permitiría, por otra parte, llevar la producción  bruta de gas natural, antes de endulzamiento y eliminación de líquidos,  a más de 5,000 MMPCD en el año 2000, consiguiendo excedentes sobre la demanda máxima prevista en 1996 y 1997 y déficit anuales promedio de 138 MMPCD entre 1998 y 2000, equivalentes a entre 2 y 3 por ciento de esa demanda.

4.2.3 Refinación y comercialización de petrolíferos

La estrategia para asegurar, a costo mínimo, el abasto de petrolíferos por parte de PEMEX Refinación (PR) incluye las siguientes iniciativas:

·      Elaborar una política comercial integral que desarrolle nuevos canales de distribución y optimice sus combinaciones.  En este sentido, deben analizarse las posibilidades e implicaciones de flexibilizar la política de precios al público de los combustibles.

         Atender al desarrollo del mercado nacional de petrolíferos mediante el suministro de combustibles que satisfagan las necesidades de los usuarios y consolidar en la subsidiaria una actitud orientada al reconocimiento de los requerimientos del mercado.

         Abatir los rezagos en eficiencia operativa del sistema de manejo de crudos, refinación, distribución y comercialización de petrolíferos e instrumentar el proceso de optimización operativa de estas actividades.

         Evaluar los proyectos incluidos en el programa de inversiones, considerando la restricción de recursos y su impacto integral, para lo que será necesario jerarquizar los proyectos estratégicos y operacionales, de suerte que se maximice su valor económico.

         Alcanzar niveles internacionales de seguridad industrial, mediante el establecimiento de prácticas adecuadas y de estrictos controles administrativos, así como superar los rezagos en materia de protección ambiental.

         Definir los indicadores de gestión necesarios en la toma de decisiones para el cumplimiento de los objetivos estratégicos y establecer mecanismos de simplificación y adecuación de procedimientos administrativos.

         Establecer políticas de selección y rotación de personal y llevar a cabo programas de capacitación a todos los niveles, para contribuir al desarrollo de los recursos humanos.

         Instrumentar los sistemas que aseguren el flujo de información para desarrollar las actividades básicas, incluyendo el Sistema Integral de Información Financiera.

Las acciones estratégicas de política comercial de PR se orientan hacia el establecimiento de una política de precios de combustibles automotrices que fomente mercados eficientes, según balances regionales de oferta y demanda.  En este sentido:

         Se prevé un proceso de desregulación que promueva la competencia entre estaciones de servicio y entre distribuidores, apoyando a quienes atienden el mercado atomizado.

         Se requiere llevar adelante el programa de modernización de las estaciones de servicio, a través de la franquicia PEMEX, hasta lograr la incorporación de las 700 estaciones que aún no se han acogido al mismo.

         Debe continuarse el programa de establecimiento de contratos de suministro multianuales con los clientes directos, que en 1995 permitió la firma del contrato de suministro de combustóleo a la CFE.

         Debe avanzarse hacia el establecimiento de un modelo de distribuidor único de petrolíferos, reglamentado en tal forma que promueva la libre competencia y permita al mercado determinar su número y localización óptimos.

Para atender las exigencias derivadas de la normatividad ambiental, PR deberá continuar mejorando la calidad de los combustibles que produce.  Al efecto, se pondrá en marcha el proyecto de gasolina de alto octanaje -equivalente a la gasolina unleaded premium del mercado de EUA-; se concluirá el programa de retiro definitivo de la gasolina Nova, y se iniciará en 1998 el manejo de combustóleos con contenido de azufre medio y bajo.

En condiciones de limitación de recursos de inversión, se ha definido una jerarquización estricta de los proyectos de inversión de PR, que corresponden a las siguientes tres categorías:

Mejora de la calidad de Conversión de residuales        Incremento de la capacidad

  combustibles                                                                                                         de proceso

      Alquilación en Salina Cruz,                  Coquizadora en Cadereyta            Nuevo tren de refinación

      Tula y Salamanca                                                                                                 con coquizadora en Tula

                                                                                                       o Salina Cruz

      Isomerización en todas las                  Desulfuradora al vacío de

      refinerías                                                   combustóleo en Tula

      Hidrotratadores de

      destilados en Salamanca y

      Cadereyta

      Desintegradora catalítica

      en Salina Cruz

Con estos proyectos se persigue asegurar la capacidad del sistema para producir destilados de especificaciones más altas, generando más fuentes de octanaje para una mayor producción de gasolina Magna-Sin o aumentando la capacidad de hidrodesulfuración que permita elevar la producción de diesel desulfurado.  En segundo término, se busca que las refinerías actuales adquieran una configuración competitiva orientada a la mayor producción de petrolíferos ligeros de mayor valor.  Finalmente, la necesidad de adicionar nuevos trenes de refinación depende críticamente del crecimiento de la demanda de productos.  Los análisis realizados indican que después del año 2000 puede requerirse una nueva refinería, si se alcanzan prácticas operativas competitivas con los estándares internacionales.

En 1995 se asignó a PR un presupuesto de inversión de 4,612 MMN$.  Las inversiones previstas para los dos años siguientes ascienden a 10,398 y 8,956 MMN$, respectivamente.  Se espera que los montos de inversión a partir de 1998 sean considerablemente más bajos.  Además de las inversiones estratégicas, el resto de las iniciativas incluidas en el plan de negocios de PR reclamaría inversiones estimadas preliminarmente en 9,838 MMN$ en el período 1996-2000.

4.2.4 Gas y petroquímica básica

En los segmentos del procesamiento de gas y de la petroquímica básica se presentarán algunas de las demandas de más rápido crecimiento en el horizonte del año 2000.  Entre los factores de cambio a los que deberá responder el sector, a través particularmente de PEMEX Gas y Petroquímica Básica (PGPB), se cuentan los derivados del comportamiento esperado de la demanda de gas natural, con un incremento acelerado debido a la reanudación esperada del crecimiento económico, la posible modificación de los precios relativos vis-á-vis el combustóleo, la instalación de ciclos combinados para generación eléctrica y, sobre todo a partir de 1998, la normatividad ambiental.  Influirá también la posible sustitución de gas licuado de petróleo por gas natural en usos domésticos y comerciales.

Otra constelación de factores de cambio está relacionada con el nuevo ámbito de competencia y regulación abierto por las reformas legales que permiten la participación privada en el transporte, almacenamiento y distribución de gas natural y la necesidad de responder a deficiencias acumuladas en cuanto a las formas prevalecientes de distribución de gas, tanto LP como natural, y a las estructuras de precios de ambos combustibles, deformadas por subsidios implícitos y cruzados.

Ante el proceso de desincorporación de la petroquímica secundaria, PGPB deberá desarrollar relaciones contractuales con las nuevas empresas y enfrentará mayores requerimientos, en términos de calidad, precios y servicios, por parte de éstas.

Las estrategias definidas para PGPB se refieren a sus tres principales ámbitos de operación: el que se le reserva de manera exclusiva (monopolio regulado), en el que compite con agentes privados desde una posición dominante en el mercado (competencia regulada) y aquel en que participa en condiciones de libre competencia (competencia no regulada).  En cada uno, la estrategia se orienta a superar las brechas de desempeño identificadas.  De acuerdo con el plan de negocios de PGPB, esta estrategia se esquematiza como sigue:

Ambiente/Actividad                         Objetivo                            Iniciativas estratégicas

Monopolio regulado                        Mantenimiento y seguridad de                      Operar las plantas con estándares estrictos

        Procesamiento                        las instalaciones                                               de seguridad y cuidado ambiental

                                               Eficiencia operativa                                          Mejorar las operaciones de planta en

                                                                                                         función de estándares internacionales

                                          Eficiencia financiera                                            Maximizar el retorno de los activos y

                                                                                                         planear nuevas inversiones con criterios de

                                                                                                         utilidad económica

                                                                                                         Desarrollar políticas contractuales con PEP.

Competencia regulada                  Mecanismos de precios                                 Ajustar tarifas para recuperar costos,

        Transporte por ductos                                                                                          eliminando subsidios

                                               Seguridad industrial y                                      Asegurar operaciones seguras y confiables

                                              mantenimiento                                                 

                                                                                                         Mantener equipos e instalaciones en

                                                                                                         condiciones operativas óptimas

                                               Procedimientos y sistemas                           Establecer infraestructura y desarrollar

                                              automatizados de medición y                        procedimientos para prestar el servicio de

                                              control                                                                  transporte a terceros de manera eficaz

                                               Capacidad suficiente y efectiva                     Instalar capacidad adecuada de ductos para

                                                                                                         responder a la demanda futura.

Competencia no                              Desarrollo de productos y de                        Ofrecer productos y servicios a precios

regulada                                             servicios                                                              competitivos

        ·Comercialización

                                               Fuentes de crecimiento de la                        Desarrollar capacidades para atender a los

                                              demanda                                                            crecimientos esperados de la demanda de

                                                                                                         gas natural, gas LP y petroquímicos básicos

                                               Utilización de activos                                       Desincorporar selectivamente activos no

                                                                                                         estratégicos

                                               Cultura orientada al mercado                        Desarrollar una organización de

                                                                                                         comercialización que responda al mercado

                                                                                                         y con una alta capacidad operacional.

Este conjunto de iniciativas estratégicas reclama la realización de una serie de acciones entre las que destacan las siguientes:

         En el área de producción y procesamiento se requiere aumentar las capacidades de procesamiento, recuperación de líquidos y segregación de butanos y gasolinas naturales, así como reducir los costos de energía y de mano de obra.

         En las áreas de transporte de gas natural y de gas LP por medio de ductos se requiere mejorar la eficiencia operativa, para minimizar costos y enfrentar la competencia, al tiempo que se ofrece un servicio adecuado a terceros.  Se prevé llevar adelante el proyecto de construcción del LPGducto Jáltipan-Salina Cruz.

         En el área de comercialización de petroquímicos básicos se prevé incrementar las exportaciones de butanos, pentanos y azufre, así como disminuir costos operativos para llegar a niveles internacionales.

Para la comercialización de gas LP se requiere instrumentar una estrategia que permita, tras un breve período de transición, el alineamiento de los precios relativos y la liberalización de su mercado.  Los componentes básicos de esta estrategia son los siguientes:

         PEMEX venderá el gas licuado al mayoreo, libre a bordo en sus centros embarcadores, a un precio que refleje el costo de oportunidad del producto, con base en referentes internacionales, en cada centro embarcador.

         Se efectuarán acciones para descentralizar la contratación de los servicios de transporte, desde el centro embarcador hasta las instalaciones del distribuidor, y liberalizar las tarifas de transporte y distribución por carro-tanque o auto-tanque, permitiendo que estos servicios sean contratados libremente por los distribuidores.

         Será el mercado el que establezca los costos de distribución, al tiempo que, mediante una regulación reformada, se evita que las estructuras oligopólicas, que actualmente caracterizan al mercado, motiven alzas injustificadas de precios.  La autoridad regulará la operación del mercado, mientras no se alcancen condiciones de libre competencia.

Esta estrategia de liberalización permitirá que sea el mercado el que lleve al equilibrio los precios al público, reflejando los costos reales de abastecimiento en cada punto de consumo del país y eliminando los subsidios cruzados que actualmente existen.  Si se percibe la necesidad de subsidiar a los consumidores de algunas regiones, se podrá acudir a esquemas explícitos y transparentes, que aseguren que el beneficio incida directamente en los consumidores hacia los que está orientado.

Durante el período de transición previo a la liberalización necesario para transitar del actual mercado, distorsionado y oligopólico, a otro, liberado y competitivo -deben adoptarse acciones que permitan corregir el margen de comercialización que reciben los distribuidores; establecer un comportamiento comercial idóneo por parte de éstos, eliminando prácticas comerciales desleales, y cerrar gradualmente la brecha entre el precio productor y el costo de oportunidad del producto, basado en referentes internacionales, a fin de eliminar el subsidio directo implícito.

4.2.5 Acciones para el cuidado ambiental

De manera aún más acusada que en el pasado, PEMEX instrumentará estrategias de protección del ambiente, orientadas a cumplir con requerimientos ambientales más estrictos, restaurar las áreas dañadas y ofrecer productos menos contaminantes.

PEMEX-Exploración y Producción afinará una estrategia orientada a incorporar las acciones de cuidado ambiental en las prácticas cotidianas del organismo; a diseñar nuevas metodologías de análisis de proyectos de inversión que incluyan los costos ambientales, y a instrumentar programas intensivos de capacitación, difusión y sensibilización que aumenten el nivel de conocimientos y la cultura ambiental de los trabajadores.  Por otra parte, PEP formuló desde 1993 un proyecto ecológico integral que permitirá modernizar instalaciones que fueron diseñadas cuando los conceptos de protección ambiental no tenían la prioridad que hoy se les asigna.

El plan de negocios de PEMEX-Gas y Petroquímica Básica prevé el estricto cumplimiento de las normas ambientales como parte de sus objetivos estratégicos. El organismo se prepara para continuar satisfaciendo la demanda de gas natural y gas LP, combustibles cuyo consumo, en lugar del de otros energéticos, redunda en un beneficio ambiental, pues su combustión es comparativamente más limpia.

Por su parte, el programa de inversiones de PEMEX-Refinación se orienta, en buena medida, a mejorar la calidad de los productos y a minimizar el impacto ambiental de sus instalaciones.  Este programa sigue concentrando sus esfuerzos en la eliminación del azufre y en el abatimiento de la producción de residuales.

4.2.6 Acciones en las entidades federativas

Ha sido una demanda permanente de las entidades federativas en las que se extrae y se procesa petróleo y gas, expresada reiteradamente en los Foros de Consulta Popular, tener una mayor participación en los beneficios que estas actividades generan.  Se demanda también mayor cuidado del medio ambiente.  Son estas exigencias que deben atenderse.  Al efecto, se prevén acciones como las siguientes:

         Implantar fórmulas adecuadas y efectivas de participación de los estados y municipios en los beneficios generados por la industria petrolera.

         Asegurar el cuidado del ambiente, en estrecha coordinación con las autoridades estatales y municipales.

         Fortalecer los vínculos de PEMEX con los gobiernos estatales y municipales, redefiniendo los términos de la relación con ellos.

         Procurar que se aumente el empleo directo de los habitantes de las localidades y, cuando sea apropiado, una mayor participación de las ofertas locales en los insumos de la empresa.

4.3 SUBSECTOR ELECTRICO

4.3.1 Requerimientos de generación y transmisión

Se ha señalado que se prevén dos escenarios de crecimiento de la demanda de energía eléctrica en el decenio 1995-2004: el moderado, con una tasa anual de 3.5%, y el esperado, con crecimiento de 4.9% anual.  Este último supone necesidades adicionales de capacidad, en nuevos proyectos de generación, estimadas en 13,039 MW.  De este total, 4,008 corresponden a proyectos que ya se encuentran en construcción y 9,031 a los que se licitarán entre 1996 y 1999, para entrar en operación entre 1999 y 2004.

Las modalidades que se aplicarán para la construcción de estos proyectos (licitación de la CFE o licitación para producción independiente) serán definidas por la SE.  Hecha esta determinación, corresponderá a la entidad o empresa encargada del proyecto decidir la fuente de energía a utilizar que resulte más conveniente, en los términos de las disposiciones legales vigentes.

MEXICO: CAPACIDAD ADICIONAL DE GENERACION

REQUERIDA, 1995-2004

Proyectos en proceso de construcción o comprometidos

                                                                        Capacidad   Operación Comercial

Nombre                             Unidad                  Tipo               MW                      Mes                               Año

NOROESTE

I.  Topolobampo II                  U-1                          COM                160                      JUN                                1995

    Topolobampo II                  U-2                          COM                160                      JUN                                1995

II. L.D. Colosio (Huites)          U-1                          HID                   220                      NOV                              1995

    L.D. Colosio (Huites)         U-2                          HID                   220                      ENE                                1996

NORTE

III.  Samalayuca II                   U-1                          CC                   173                      ENE                                1998

      Samalayuca II                  U-2                          CC                   173                      ABR                               1998

      Samalayuca II                  U-3                          CC                   173                      JUN                                1998

NORESTE

IV.  Carbón II                         U-3                          CAR                 350                      NOV                              1995

      Carbón II                          U-4                          CAR                 350                      MAR                              1996

OCCIDENTAL

V.  Chilatán                           U-1                          HID                   14                        MAR                              1997

      Chilatán                           U-2                          HID                   14                        MAY                              1997

VI.  Marítaro                          U-1                          GEO                 25                        MAR                              1997

      Marítaro                           U-2                          GEO                 25                        JUN                                1997

VII.  San Rafael                     2U´S                        HID                   24                        NOV                              1996

VIII. F. Hiriart B.  (Zimapán)   U-1                          HID                   146                      SEP                                1995

       F. Hiriart B.  (Zimapán)   U-2                          HID                   146                      DIC                                 1995

ORIENTAL

IX.   A.  López Mateos          U-5                          COM                350                      MAR                              1996

      (Tuxpan)

       A.  López Mateos          U-6                          COM                350                      JUL                                1996

      (Tuxpan)

X.   Laguna Verde                U-2                          NUC                 675                      ABR                               1995

XI.   Temascal II                     U-1                          HID                   100                      AGO                              1996

       Temascal II                     U-2                          HID                   100                      NOV                              1996

BAJA CALIFORNIA NORTE

XII.  Tecate                            U-1                          HID                   30                        MAR                              1999

       Tecate                            U-2                          HID                   30                        JUN                                1999

Subtotal                                                                                         4,008                                                        

Proyectos a Licitar

                                                            Fecha                    Capacidad requerida en sitio (MW)

Proyecto                            Ubicación                   límite de                1999      2000        2001      2002      2003    2004

                                                        concurso

1.  Cerro Prieto II  y III                Baja California             1996              100                                                                       

2.  Mérida III                               Yucatán                      1996                            220                        220                           

3.  Rosarito 7 y 8                      Baja California             1996              225        225                                                         

4.  Campeche/

     Tabasco                               Tabasco/Campeche    1996              225                                                                       

5.  El Cajón 1, 2 y  3                  Nayarit                         1996                                                                        318        318

6.  La Parota 1, 2  y 3               Guerrero                     1996                                            255        510                           

7.  P.  Prieta 4 y 5                      Baja California S.         1996                           37.5                                     37.5             

8.  Chihuahua 1 y 2                   Chihuahua                   1996                            225          225                                         

9.  Monterrey                            Nuevo León                 1996                            450                        225        450        225

10.  Copainala 1, 2  y 3             Chiapas                       1997                                                                                      240

11.  La Primavera 1 y  2            Jalisco                         1997                50                                                                       

12.  El Chino 1 y  2                    Michoacán                   1997                50                                                                       

13.  Río Bravo 4 y  5                 Tamaulipas                  1997                                            225        225                           

14.  Bajío 1 y 2                          Querétaro                    1997                                            225        225                           

15.  Central 1, 2, 3 y 4              Valle de México           1997                                            450                      450             

  3.  Rosarito 9 y 10                  Baja California             1997                                            225        225                           

16.  Altamira                              Tamaulipas                  1998                                                                        450        225

17.  Hermosillo 1 y 2                 Sonora                        1998                                                                        225        150

18.  Salamanca 1 y 2                Guanajuato                  1998                                                                        225        225

19.  Laguna 1                            Durango                      1999                                                                                      225

20.  Mexicali 1                           Baja California             1999                                                                                      225

                                                                                 650            1,158       1,605     1,630       2,156   1,833

Subtotal                                                                                                                                                                         9,031

TOTAL EN EL SISTEMA                                                                                                                                              13,039

FUENTE: CFE

Para ello, el sector eléctrico deberá realizar inversiones en obras de transmisión y subtransmisión con objeto de conectar plantas nuevas al sistema, reducir cuellos de botella, mejorar la confiabilidad y hacer frente a aumentos en la demanda de energía eléctrica.  Se estima que en el período 1995-1997 la CFE instalará más de 11,000 km de líneas de transmisión y subestaciones reductoras por más de 17,700 MVA.  Un esfuerzo proporcional será necesario en los últimos tres años del período considerado.

Se estima que los montos de inversión requeridos para los proyectos de generación y transmisión antes señalados se elevan a 175,000 MMN$ de 1995.  Como existen inversiones para las que ya se han definido los financiamientos necesarios, el monto de inversiones por financiar resulta del orden de 142,092 MMN$, total que se distribuye prácticamente a partes iguales en los períodos 1995-2000 y 2001-2004.  Los programas de electrificación rural a pequeñas comunidades y la ampliación del servicio de suministro eléctrico a poblados rurales corresponden a programas de inversiones diferentes, a los que se alude más adelante.

Dentro de los programas prioritarios a desarrollar en el área de influencia de LFC en el período que abarca este programa, se incluye el tendido de 160 km de líneas de 230 KV y 280 km adicionales de líneas de 85 KV.  De igual forma se construirán 21 nuevas subestaciones y se ampliarán 18 más.  En total se añadirá una capacidad de 7, 165 MVA durante el período de referencia.  Lo anterior permitirá una reducción sustancial de pérdidas técnicas, abatiendo el valor actual, superior al 13%, para alcanzar niveles inferiores al 10 por ciento.  Adicionalmente, se contempla la automatización creciente de la red de distribución para mejorar la calidad del suministro y la atención a fallas e interrupciones.

Considerando el comportamiento previsible de la demanda, la disponibilidad y precios de los combustibles, los costos de inversión y desarrollo tecnológico, para el año 2000 se prevé que el total de la capacidad instalada para generación eléctrica se ubique en torno a los 37,685 MW, frente a los 31,649 MW existentes al final de 1994.

Así, entre 1995 y 2000 se deberán agregar 6,036 MW a la capacidad instalada.  Lo anterior supone concluir proyectos con capacidad de 4,008 MW, que se encuentran actualmente comprometidos o en construcción, de los cuales 1,020 MW son de termoeléctricas convencionales y 2,988 MW son a base de otras fuentes.

Para fin de siglo, la participación relativa de los hidrocarburos se mantendrá en alrededor de 54%, tanto en términos de capacidad instalada como de generación.  Empero, dentro de éstos, habrá aumentado significativamente el uso del gas natural, disminuyendo correlativamente el del combustóleo.  Se continuarán los esfuerzos de diversificación y, para entonces, se prevé que la participación de las restantes fuentes de energía respecto del total, sea: 27.1% hidroeléctricas, 6.9% carboeléctricas, 5.6% duales, 3.6% nuclear, 2.7% geotermia y una participación estadísticamente no significativa de energía eólica.

Se espera que para integrar la capacidad adicional necesaria en el período 1995-2000, alrededor de la cuarta parte se financiará con inversión presupuestal, mientras que  el resto se licitará para que participe la iniciativa privada, sobre todo bajo la modalidad de productor independiente.

4.3.2 Electrificación rural y de colonias populares

La electrificación es una de las demandas más sentidas de las comunidades rurales y colonias populares ya que permite el acceso a los servicios y el entretenimiento. De manera congruente con lo establecido en el "Programa Integral para Superar la Pobreza", elaborado por la SEDESOL, el subsector eléctrico, en el horizonte del año 2000,  dotará del servicio a casi 6 millones de habitantes adicionales, que viven en 9,923 localidades mayores de 100 habitantes, que por primera vez contarán con los beneficios de la electricidad, y lo ampliará a 3,957 poblados rurales y 2,291 colonias populares, para un total de 16,871 asentamientos.  Al efecto, se prevé colocar más de 514,000 postes en redes y 23,894 km de líneas de distribución.  La inversión programada asciende a 4,897 MMN$ de 1995.

Un gran número de estas comunidades no electrificadas, se ubica a grandes distancias de la red eléctrica nacional y tienen como característica predominante la dispersión de las viviendas que las conforman, por lo cual la electrificación con líneas y redes de distribución requiere de elevadas inversiones y su operación, mantenimiento y comercialización, tienen un alto costo. Para atenderlas se acudirá a formas no tradicionales de generación de energía eléctrica y se movilizará la participación social y privada para apoyar y hacer más efectivas estas acciones. Con este propósito se espera instalar 62,487 módulos solares.

Con lo anterior se conseguirá abastecer de energía eléctrica al 97% de la población para el año 2000.

4.3.3 Adecuación de precios y tarifas

En el subsector eléctrico, durante los últimos años y hasta 1994, especialmente a través de los mecanismos de concertación sectorial en materia de precios y salarios, se lograron avances significativos en el nivel tarifario especial y específico, así como en la estructura de tarifas.  Esta política, más acorde con la problemática de la CFE, permitió mejorar la posición financiera de esa entidad.  Durante 1995, la fijación de los niveles tarifarios se apartó de la tendencia que permitió una relación precio/costo más equilibrada, por la necesidad de prevenir el impacto de los incrementos tarifarios sobre el entorno macroeconómico.  Esta situación deterioró el nivel tarifario global, al permitir solamente la recuperación de una fracción del incremento de costos.

En el horizonte del año 2000, el ajuste del nivel global en la relación precio/costo restablecerá inicialmente el equilibrio prevaleciente en 1994 y se guiará por proyecciones de las necesidades de financiamiento de los organismos del subsector, de manera que se cubran las necesidades operativas y las de ampliación del servicio.  Así, se alcanzará gradualmente la unidad en la relación precio/costo total.  Para realizar este ajuste, se definirán criterios para los diferentes sectores tarifarios que inciden sobre el nivel global a partir de la situación relativa de cada nivel tarifario, sin repercutir la misma magnitud de ajuste en todas las tarifas y transparentando los subsidios.  Estos, que durante 1995 se han elevado significativamente, debido a las condiciones macroeconómicas prevalecientes, tenderán a reducirse en forma gradual, guiándose bajo un criterio selectivo de centrar los mismos en aquellos sectores y usuarios que más lo requieren y asegurándose que en efecto los beneficien directamente.

Como parte de estas líneas de acción, habría que revisar, oportunamente, el concepto de aprovechamiento pagado al Gobierno Federal, a fin de ubicarlo dentro del contexto modernizador del subsector eléctrico.  En la medida que se vaya otorgando un tratamiento a las entidades eléctricas similar al de las empresas privadas, será necesario realizar las adecuaciones correspondientes en materia fiscal y presupuestaria.  Se les dotará así de los elementos operativos para mejorar su funcionamiento y contar con la flexibilidad para adaptarse a un contexto cada vez más competitivo.  Al mismo tiempo, se examinará la viabilidad de continuar afinando los esquemas de tarifas diferenciadas regionalmente, así como por hora o día de demanda y por demanda estable y máxima.

4.3.4 Energía y seguridad nucleares

La experiencia operativa con la primera unidad nucleoeléctrica de Laguna Verde ha sido muy positiva y sus resultados se comparan favorablemente con los de la operación de las mejores nucleoelétricas de este tipo en el mundo.  La entrada en servicio de la segunda unidad ha demostrado el valor de la experiencia adquirida por el personal responsable.  El diseño, la construcción y la operación de esta central nucleoeléctrica, sirvió para formar un equipo de especialistas.  Ante la responsabilidad de conservar este capital humano, deberá mantenerse estrecha relación con el desarrollo de programas nucleares en otros países.  Esto permitirá que el personal nacional sea partícipe del avance científico y tecnológico en la materia.

Se deberá promover igualmente el uso eficiente y seguro de la energía nuclear y de materiales radiactivos, acorde a los desarrollos tecnológicos de frontera.  En este contexto, los objetivos de la CNSNS se centran en  lograr la máxima seguridad para la población y el medio ambiente en la operación de las instalaciones nucleares y radiactivas así como en alcanzar la capacidad necesaria para la resolución de problemas técnicos relacionados con la seguridad.  De igual manera se propone el mantenimiento del sistema de vigilancia que permita verificar la seguridad en dichas instalaciones.  Finalmente, se orienta también a mantener los niveles de excelencia del personal especializado, de modo que pueda asimilar el desarrollo tecnológico en este campo.

La CNSNS propondrá normas nacionales de seguridad nuclear y radiológica considerando el desarrollo tecnológico.  Mantendrá y mejorará la capacidad de respuesta a situaciones de emergencia nuclear y radiactiva.  Promoverá un mejor conocimiento del medio ambiente radiológico del país.  Asimismo fomentará la productividad y creatividad del personal especializado mediante mecanismos que eviten su deserción.

4.3.5 Cuidado del ambiente

Entre las principales acciones programadas por la CFE en materia de cuidado ambiental se cuentan las siguientes:

         Celebrar la licitación pública internacional para la destrucción de bifenilos policlorados (askareles) y de materiales contaminados, previa aprobación de las bases por la autoridad ecológica.

         Realizar estudios de caracterización ambiental de flora, fauna y suelo, a fin de cumplir con la normatividad y con los requerimientos específicos para cada obra.  Asimismo se continuará con el programa de reforestación.

         Si se dispone de oferta suficiente de gas natural para dar cumplimiento a los límites de emisión que establece la norma NOM-085-ECOL-1994 a partir del 1o. de enero de 1998, la CFE deberá reacondicionar, si así lo requieren, todas las centrales termoeléctricas que se encuentren en las zonas ambientalmente críticas como Guadalajara, Monterrey, los municipios de Tijuana y Ciudad Juárez, y en los corredores industriales de Coatzacoalcos-Minatitlán, Irapuato-Celaya-Salamanca, Tula-Vito-Apasco y Tampico-Madero-Altamira, para que utilicen gas natural en lugar de combustóleo.  Asimismo, se deben adecuar las instalaciones para recibir y almacenar el combustible.

         Ahondar en el conocimiento del impacto real de las descargas térmicas en la fauna y la flora marinas (aspectos biológicos, fisicoquímicos, hidrodinámicos, batimétricos y de modelación de plumas térmicas).

         Mejorar el manejo de las corrientes de lavado de precalentadores y limpieza química de calderas en cuanto a su tratamiento y/o disposición.

         Hacer un manejo adecuado de los lodos de fosas sépticas, plantas de tratamiento de aguas residuales y fosas de neutralización.

         Sistematizar la información relativa al manejo del agua (explotación, aprovechamiento, descarga, calidad, etc.) para fines de análisis de problemas, control, toma de decisiones y reportes.

         Ampliar la infraestructura de tratamiento y reuso de aguas residuales.

4.3.6 Otras acciones estratégicas

En el período 1995-2000, las estrategias del subsector eléctrico incluirán el desarrollo de las siguientes líneas de acción:

         Fomentar la participación privada en la expansión del sistema de generación.- La participación del sector privado en la expansión del sistema de generación es fundamental para apoyar los esfuerzos de la CFE y para liberar recursos financieros que podrán canalizarse a las áreas de transmisión y distribución.  La transparencia regulatoria facilitará la participación de los productores externos y proporcionará señales positivas respecto a los proyectos de generación con participación privada.

         Fomentar el uso eficiente de la energía eléctrica.- Para lograr en el año 2000 un ahorro del orden de 7.3 por ciento de las ventas nacionales de energía eléctrica registradas en 1994, se contempla la realización de un conjunto de líneas de acción a nivel nacional.  Los criterios que se utilizaron para definir las acciones prioritarias, incluyen el nivel de rentabilidad, la factibilidad técnica y económica, la permanencia del ahorro y el potencial de cogeneración.

         Establecer el horario de verano.- Se tiene previsto establecer, a partir de 1996, el horario de verano en todo el territorio nacional.  Al efecto, en los meses de mayor luminosidad natural, se adelantarán una hora los relojes en las tres zonas horarias que comprende el país.  De esta suerte, el horario del centro, que abarca a la totalidad de la República (excepto los estados de Baja California, Baja California Sur, Sonora, Sinaloa y Nayarit), aplicará el huso horario de 75º de longitud oeste del meridiano de Greenwich en lugar del huso horario de 90º; el horario del noroeste, que comprende a los estados de Baja California Sur, Sonora, Sinaloa y Nayarit, se moverá del huso horario de 105º al de 90º, y, finalmente, el horario de Baja California, que corresponde al huso horario de 120º se moverá al correspondiente a los 105 grados.  Los beneficios que se espera obtener por la aplicación del horario de verano son, entre otros, los siguientes:

         Ahorro en el consumo de energía eléctrica, tentativamente estimado, a nivel nacional, en alrededor de 1% del consumo nacional.

         Ahorro de combustibles utilizados en la generación de energía eléctrica, tentativamente estimados en 2 millones de barriles de petróleo equivalente.

         Menor emisión de contaminantes a la atmósfera por efecto de la reducción en la generación eléctrica.

         Concientización de la población sobre el ahorro de energía.

         Crear centros de resultados (ingreso/costo).- Con objeto de que la CFE tenga una visión empresarial con una orientación de mercado, se reestructurará para identificar distintos Centros de Resultados.  Dicha definición cumplirá con los siguientes objetivos: obtener un mejor uso de los recursos económicos con la mayor efectividad en el control de los costos; contar con mayor capacidad de maniobra para responder a las necesidades de los clientes; proporcionar una mejor adaptabilidad a los cambios en el mercado, en el subsector eléctrico y en el marco regulatorio, e inducir mayor competencia donde sea factible y conveniente.

         Fortalecer la autonomía de gestión de las entidades del subsector.- Consecuentemente con la reestructuración de las entidades principales del subsector, es necesario fortalecer su autonomía de gestión.  En efecto, para ser consistentes con el propósito que anima esta reestructuración, de flexibilizar y potenciar la eficacia de su desempeño, resulta indispensable dotarlas de un mayor grado de autonomía en su administración permitiendo la descentralización de sus decisiones.

         Mejorar la calidad del servicio al usuario.-  La evolución del país y las mayores exigencias de los usuarios del subsector eléctrico, han determinado la necesidad de hacer una adecuación de los procesos internos con objeto de estar preparados para atender las necesidades y peticiones de los usuarios, proporcionando una calidad de servicio acorde con sus necesidades, para lo cual se revisarán los procesos con el fin de facilitar los trámites, acercar los servicios y atender de manera más oportuna sus peticiones, mejorando con ello la productividad y la posición financiera de las entidades prestadoras del servicio.  Considerando las diferencias de cobertura y de formas de organización, ambas entidades orientarán sus acciones en esta materia de acuerdo a los siguientes lineamientos: atención vía telefónica; desconcentración de los centros de atención; instalación de módulos de auto-atención, y mejoramiento de la continuidad del servicio.

         Prevenir y controlar la contaminación ambiental.- La estrategia en este sentido comprende acciones como las siguientes: realizar inspecciones y  auditorías ambientales a las instalaciones para prevenir o controlar la contaminación, según sea el caso, ajustándose al cumplimiento de la legislación ambiental vigente; participar con las autoridades ambientales en la revisión y formulación de normas, guías y criterios específicos para las obras del subsector eléctrico; reforzar la prevención del impacto ambiental de las instalaciones eléctricas, incorporando las acciones de protección ambiental en las etapas de planeación y selección de sitios, enfatizando la evaluación del beneficio-costo ambiental de alternativas productivas y de ubicación de estas instalaciones; acordar con las autoridades ambientales convenios de apoyo técnico, tanto directo como indirecto, para fortalecer el cumplimiento eficaz y oportuno de las responsabilidades en estas materias, así como de los programas de las instituciones participantes, y fomentar interna y externamente la investigación y la educación en materia ambiental, con la convicción de que es la mejor estrategia para alcanzar un desarrollo sustentable.

         Contribuir al desarrollo regional.- La construcción de centrales eléctricas y subestaciones, así como el tendido de líneas de transmisión puede suponer impactos importantes en el entorno físico y social.  En ocasiones implica cambios importantes en la forma de vida, al reubicar hogares y cambiar tierras de trabajo y otras actividades productivas, alterando la organización económica y modificando tradiciones y costumbres.  Por ello el subsector eléctrico se ha comprometido tanto a reubicar a los pobladores de los lugares en donde estará el vaso de alguna presa o las instalaciones de alguna termoeléctrica, como a indemnizar conforme a la Ley a aquellos afectados por el derecho de vía de las torres de transmisión.  Al mismo tiempo la CFE continuará contribuyendo a elevar los niveles de bienestar social en coordinación con los tres niveles de gobierno y concertando con los actores sociales.  Al efecto, en la medida de sus posibilidades contribuirá a las obras de infraestructura, la rehabilitación de cultivos, la construcción de caminos rurales y troncales, la dotación de agua potable y la construcción de alcantarillado y centros de salud.

4.4 INVESTIGACION Y DESARROLLO TECNOLOGICOS

Las estrategias y acciones de investigación aplicada y desarrollo tecnológico en el sector de la energía -que están a cargo fundamentalmente de entidades públicas especializadas, estrechamente vinculadas con los organismos operativos del sector- se corresponden con los planteamientos contenidos en el Plan Nacional de Desarrollo, a fin de configurar una respuesta nacional integral.  En el aspecto de actualización tecnológica, el Plan reconoce al sector público un "papel catalizador en áreas donde el mercado no existe o funciona insatisfactoriamente, como en el caso de acopio y diseminación de información; la introducción inicial de nuevas tecnologías, y el financiamiento en investigación y desarrollo".

4.4.1 Subsector petrolero

4.4.1.1 Exploración y explotación de yacimientos

El Instituto Mexicano del Petróleo (IMP) debe atender el propósito estratégico de ser un soporte de excelencia en investigación, desarrollo tecnológico y servicios especializados para la explotación de los yacimientos petroleros nacionales, mediante el apoyo a PEP en las áreas relacionadas con:

         Incorporación de reservas adicionales, para encontrar y delimitar nuevos yacimientos mediante la aplicación de nuevas tecnologías, incrementando asimismo los factores de recuperación secundaria y mejorada y apoyando la perforación en aguas profundas.

         Participar en el estudio integral y la revitalización de campos, la optimización de sistemas de producción (fluyentes y artificiales), la explotación de yacimientos de gas de baja permeabilidad por fracturamiento hidráulico y el modelado y predicción de la formación de depósitos de asfaltenos.

         Monitoreo, contratación y evaluación de tecnologías y servicios de primer orden, aplicándolos a través de proyectos específicos y prioritarios.

4.4.1.2 Refinación

El propósito estratégico central en materia de refinación del petróleo consiste en investigar principios de procesamiento, desarrollar tecnologías de proceso y concretar los resultados de la investigación y desarrollo con el suministro de licencias, paquetes de ingeniería básica, servicios tecnológicos y estudios económicos orientados a la planeación y al diseño de nuevas instalaciones, y a mejorar y modernizar las plantas de refinación existentes.  Con estas finalidades, se prevén las siguientes acciones:

         Actualizar continuamente las tecnologías de proceso para incorporar los avances tecnológicos que se presentan en diversos campos, como la informática, el diseño, técnicas de optimización, nuevos materiales, etc.

         Desarrollar un programa de investigación y desarrollo de mediano y largo plazo, acorde a los objetivos, estrategias y plan de desarrollo tecnológico de PR.

         Adecuar la infraestructura humana y material para impulsar la actualización de conocimientos, la mecanización de actividades, el incremento en la calidad de los servicios y la reducción en los tiempos de ejecución.

         Implantar sistemas de calidad de acuerdo a las normas ISO-9000.

         Desarrollar un programa para la búsqueda de oportunidades para ampliar la participación en el mercado mundial.

         Coadyuvar a la operación competitiva de la industria de refinación, mediante el suministro de paquetes de ingeniería básica, de servicios tecnológicos, asistencia técnica y estudios económicos sobre las instalaciones de procesos que permitan lograr mayor rentabilidad, mejorar la calidad de los productos, satisfacer la demanda de combustibles y cumplir las normas técnicas y ambientales aplicables.

4.4.1.3 Procesamiento de gas

El IMP contribuirá al propósito estratégico de asimilar y desarrollar los conocimientos básicos, técnicos y prácticos necesarios para la comprensión del funcionamiento de los sistemas de procesamiento de gas y de cada una de sus etapas, equipos y componentes, a través de acciones como las siguientes:

         Aplicar los principios fundamentales y los conocimientos adquiridos en la actualización, evaluación, asimilación, innovación y/o el desarrollo de tecnologías de procesamiento de gas.

         Coadyuvar a la operación competitiva de la industria nacional de procesamiento de gas, mediante el suministro de paquetes de ingeniería básica, de servicios tecnológicos, asistencia técnica y estudios económicos sobre las instalaciones de proceso que permitan lograr mayor rentabilidad, mejorar la calidad de los productos, satisfacer la demanda de gas y líquidos del gas y cumplir las normas técnicas y ambientales aplicables.

         Lograr la presencia del IMP en el campo internacional como licenciador de tecnologías competitivas de procesamiento de gas.

         Incorporar los avances tecnológicos que se presentan en diversos campos, como la informática, el diseño, técnicas de optimización, nuevos materiales, etc.

         Implantar formalmente los sistemas basados en la normatividad internacional ISO 9000.

         Investigar sobre aspectos fundamentales de las reacciones químicas y formulación de modelos representativos del comportamiento de reactores de la industria del gas.

4.4.1.4 Productos químicos y aditivos

Habida cuenta del propósito estratégico de satisfacer las necesidades de productos químicos y aditivos que demandan los procesos de explotación y transformación industrial de la industria petrolera nacional, a fin de proteger eficientemente los equipos, resolver problemas de operación, mantenimiento y ambientales, dentro de un marco de calidad, competitividad y rentabilidad, se emprenderán acciones orientadas a:

         Desarrollar productos y aditivos de mayor eficiencia para la explotación del crudo y tratamiento, deshidratación y desalado del mismo.

         Investigar y desarrollar nuevas formulaciones de aditivos que promuevan mejoras operativas en términos de productos de mejor calidad, disminución en la producción de compuestos indeseables y mitigación de los efectos de corrosión y desgaste de los equipos de proceso.

         Ofrecer servicios integrales de suministro y aplicación de productos químicos y aditivos, así como servicios especializados en la asesoría para la selección y aplicación de productos químicos y aditivos y la integración de procesos para la reducción de residuales.

4.4.1.5 Catálisis y materiales

En este campo se tiene el propósito de satisfacer las necesidades de catalizadores y materiales demandados por las industrias de la refinación y petroquímica nacional e internacional, operando bajo un esquema financieramente viable con capacidad innovadora de investigación y desarrollo tecnológico dentro de un marco de calidad total.  En este sentido, se prevé que el IMP adopte las siguientes acciones:

         Desarrollar tecnologías de catalizadores con los esquemas de proceso de PR, tales como: deshidrogenación de parafinas ligeras; aplicación de materiales ácidos en catalizadores de isomerización, eterificación y alquilación; empleo de nuevas tecnologías de proceso y catalizadores de mayor eficiencia para abatir el rendimiento de residuales y el consumo de energía y fortalecer la rentabilidad de las operaciones.

         Aplicar catalizadores orientados a abatir las emisiones de contaminantes de las fuentes fijas de los centros de trabajo y garantizar la ocupación total de las unidades de proceso.

         Utilizar catalizadores orientados a abatir el consumo energético durante las operaciones industriales para coadyuvar al mejoramiento de los resultados del negocio.

         Formular catalizadores de gran selectividad y capacidad para llevar a cabo procesos de baja severidad, con el consecuente impacto en ahorro de energía y mejoras en la capacidad de producción y la calidad de los productos de las plantas de proceso.

         Evaluar e investigar el desarrollo de nuevos materiales (aleaciones, polímeros, cerámicas, sólidos microporosos, materiales compuestos) para catalizadores más selectivos, membranas poliméricas y cerámicas para separaciones, materiales resistentes a la corrosión y a los esfuerzos térmicos y componentes de muy alta resistencia mecánica.

         Ofrecer paquetes integrales de servicios de manejo y disposición ecológica de catalizadores.

         Proporcionar servicios ecológicos especializados para optimizar el aprovechamiento de los catalizadores y de las unidades industriales y aumentar los márgenes de rentabilidad.

         Ofrecer servicios de radiotrazado para diagnosticar problemas en equipo clave para la producción.

4.4.2 Subsector eléctrico

Bajo la premisa de integrar una infraestructura y capacidad tecnológicas competitivas en el subsector eléctrico, que contribuyan a superar los retos tecnológicos actuales y futuros, y para mejorar la economía y calidad del servicio eléctrico, las actividades de investigación aplicada y desarrollo tecnológico que lleva a cabo el Instituto de Investigaciones Eléctricas (IIE) se enmarcarán en los objetivos generales tanto de la CFE, de LFC, de los productores independientes, de los fabricantes de equipo y de los usuarios de la energía eléctrica.

Lo anterior deberá lograrse apoyando, como se ha venido haciendo, el cumplimiento de los límites señalados por la legislación ambiental de nuestro país, coadyuvando a la participación de particulares en la generación eléctrica, y prosiguiendo la colaboración en la promoción de las fuentes alternas y del ahorro de la energía eléctrica.

En este sentido, es indispensable mantener el nivel de gasto hacia la actividad de investigación y desarrollo tecnológico en el subsector, actualmente de alrededor de 1.0% de las ventas brutas de electricidad, pues las estructuras de investigación difícilmente pueden armarse y desarmarse en forma simple, debido a la alta especialización de sus integrantes.  De esta forma, el subsector eléctrico podrá mantener la estabilidad de apoyos a los centros de investigación y la contratación de sus servicios, para salvaguardar su integridad y sus actividades estratégicas.

Con objeto de fortalecer el Programa de Desarrollo Tecnológico del Sector Eléctrico -que es un esfuerzo interinstitucional permanente iniciado en 1985, que aglutina las acciones de investigación y desarrollo realizadas por la CFE, el Instituto de Ingeniería de la UNAM y el posgrado de la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica del IPN- del IIE orientará su actividad hacia las siguientes principales líneas de acción:

         Contribuir a conformar medios o mecanismos que ayuden a asimilar con mayor rapidez y eficiencia los cambios tecnológicos y que promuevan la innovación en el subsector eléctrico.  En este sentido, la diseminación de información juega un papel muy importante, ya que permite conocer los resultados de la investigación y la forma en que se resuelven los problemas, lo que a su vez coadyuva a utilizar mejor el conocimiento.  El IIE ha desarrollado una infraestructura muy importante, única en América Latina, que responde a las necesidades de información de los investigadores, ingenieros y profesionistas del sector eléctrico, y que se pone a su disposición mediante el diseño y suministro de servicios de información tecnológica.  Se continuará proporcionando los servicios de información tecnológica y desarrollando la infraestructura de información.

         El IIE cuenta con una infraestructura humana capacitada y se prepara cabalmente para el futuro, identificando y asimilando las nuevas tecnologías emanadas de las tendencias tecnológicas mundiales.  Con el fin de mantener la masa crítica de investigadores, se continuará impulsando los programas de capacitación y desarrollo profesional, en especial los programas de becarios.  Asimismo, se continuará revisando y fortaleciendo el programa interno de capacitación, con el fin de incrementar la productividad del personal y desarrollar las habilidades necesarias para mejorar el servicio a los clientes a través de la asistencia a cursos especializados en México y en el exterior.

         Es también importante continuar apoyando la labor de difusión y publicación de los resultados de la actividad de investigación, a través de la asistencia del personal de investigación a congresos, conferencias, y otros eventos en los que haya intercambio de información y experiencias entre los investigadores del subsector eléctrico, tanto a nivel nacional como internacional.

En el horizonte del año 2000, las actividades estratégicas del IIE son las siguientes:

         Identificar las necesidades tecnológicas del subsector y de la industria eléctrica nacional, tanto pública como privada, a corto, mediano y largo plazos.

         Intensificar la actividad de promoción y difusión de los productos tecnológicos desarrollados por el Instituto.

         Aumentar el nivel de satisfacción de los usuarios en relación a los resultados de los proyectos de investigación y desarrollo tecnológico contratados.

         Arraigar la cultura institucional asociada a la obtención de productos tecnológicos robustos, desarrollados para satisfacer sólo demandas reales del mercado, con tasas positivas de beneficio-costo para el cliente, y que otorguen ventajas competitivas a los usuarios actuales y potenciales.

         Asegurar la competitividad internacional de los desarrollos y servicios del Instituto.

         Ampliar la difusión y promoción de los servicios de información tecnológica, para lograr el mayor aprovechamiento de la infraestructura disponible, con el objeto de enriquecer y complementar eficientemente los procesos de análisis y documentación que requieren los investigadores e ingenieros del subsector e industria eléctrica nacional.

         Incrementar la proporción de investigadores con posgrados en la plantilla del personal del Instituto, en las especialidades requeridas para satisfacer las necesidades tecnológicas del subsector e industria eléctrica.

         Complementar la formación técnica del personal de investigación con las habilidades gerenciales requeridas para responder a las necesidades planteadas por la nueva estructura organizacional del Instituto, a base de unidades de resultados.

         Continuar con las actividades de planeación estratégica, tanto a nivel institucional como de unidades de resultados, enfatizando en los aspectos de análisis de las líneas de investigación, sus productos y mercado.

         Asegurar la participación institucional en el proceso de toma de decisiones tecnológicas del sector.

         Incrementar la eficiencia operativa en el desarrollo de los proyectos.

         Consolidar la participación del Instituto en el mercado de investigación y desarrollo tecnológico de la industria en general.

En el IIE se ha estructurado un conjunto de líneas de investigación y desarrollo tecnológico para dar respuesta a las necesidades tecnológicas del sector eléctrico, en el corto, mediano y largo plazos, que habrán de desarrollarse a lo largo de los próximos años. 

Estas se relacionan a continuación:

APOYO A LA GENERACION

Programa de centrales termoeléctricas                               Programa de centrales geotermoeléctricas

        Física y química de combustibles  y materiales                           Exploración de recursos geotérmicos

        Control de sistemas eléctricos de potencia

        Integración de sistemas de control                                      Programa de centrales nucleoeléctricas

        Electrónica para adquisición de datos, control y medición         Tecnología de la seguridad

        Desarrollo de simuladores para el entrenamiento de                   Modelación de procesos nucleares

       operadores

        Desarrollo de simuladores para la prueba de equipos                Oceanografía

        Sistemas integrales de información en tiempo real

        Informática avanzada para el sector eléctrico                     Programa de fuentes no convencionales de

                                                                              energía

        Sistemas gráficos inteligentes                                                     Integración de sistemas de fuentes no

                                                                                    convencionales de energía

        Estudios mecánicos de centrales generadoras

        Análisis del comportamiento y extensión de vida útil de

       turbinas de vapor, gas y compresores

        Sistemas de diagnóstico y análisis dinámico

        Máquinas eléctricas rotatorias

APOYO A LA TRANSMISION Y TRANSFORMACION

Programa de transmisión y transformación

        Planeación de la expansión y de la operación de                        Caracterización de mecanismos de

       sistemas eléctricos de potencia                                                   degradación de materiales aislantes

        Administración de la demanda                                                     Dinámica estructural e ingeniería sísmica

        Sistemas de comunicaciones                                                      Equipo de interrupción y transformación

        Líneas de transmisión                                                                  Desarrollo de materiales y su aplicación en

                                                                                    equipos eléctricos

        Comportamiento de estructuras                                                   Diseño y operación de subestaciones

                                                                                    eléctricas

OTROS PROGRAMAS

Programa de distribución                                                         Servicios de información tecnológica

        Redes de distribución                                                                  Servicios de información tecnológica para

                                                                                    el sector eléctrico

Programa de ahorro y uso eficiente de la energía              Actividades de protección del ambiente

        Métodos de ingeniería mecánica                                                  Procesos de generación de vapor en

                                                                                    centrales termoeléctricas

        Sistemas eléctricos industriales                                                  Desarrollo y explotación de recursos

                                                                                    geotérmicos

4.4.3 Energía nuclear

Como se ha señalado, al ININ corresponde llevar adelante las tareas de investigación y desarrollo en el campo de las ciencias y tecnologías nucleares, así como en la promoción de los usos pacíficos de la energía nuclear.  En la ejecución de este programa, el ININ buscará la instrumentación de las siguientes estrategias institucionales:

         Elaboración y revisión periódica de un programa de planeación estratégica.

         Fortalecimiento de los recursos físicos y humanos del Instituto.

         Fortalecimiento del Instituto como Laboratorio Nacional e inicio de acciones para que se le considere como Laboratorio Regional en América Latina.

         Establecimiento de relaciones de colaboración con laboratorios similares en el marco del Tratado de Libre Comercio de América del Norte.

Las acciones que corresponden a las anteriores estrategias se resumen como sigue:

Desarrollo científico                                                                    Protección ambiental

        Desarrollo de nuevos materiales                                         Tratamiento de residuos peligrosos

        Investigación de materiales de transición interna            Diagnóstico de contaminantes

        Estudio de fuentes alternas de energía

Transferencia científica y tecnológica                                 Desarrollo de centros nacionales

        Estudios y aplicaciones de la radiación                              De caracterización de materiales

        Fabricación de ensambles de combustible                       De servicios de seguridad radiológica

                                                                                    y gestión de desechos radiactivos

Estudios y servicios a la Central de Laguna                              De producción de radioisótopos para

Verde                                                                                                    el sector salud

        Servicios de irradiación de materias primas y                   De metrología de radiaciones

       productos terminados                                                              ionizantes

        Estudios y servicios a la industria                                        De capacitación y experimentación

                                                                                     De información y documentación


En el documento que usted está visualizando puede haber texto, caracteres u objetos que no se muestren correctamente debido a la conversión a formato HTML, por lo que le recomendamos tomar siempre como referencia la imagen digitalizada del DOF o el archivo PDF de la edición.
 


CONSULTA POR FECHA
Do Lu Ma Mi Ju Vi
crear usuario Crear Usuario
busqueda avanzada Búsqueda Avanzada
novedades Novedades
top notas Top Notas
tramites Normas Oficiales
quejas y sugerencias Quejas y Sugerencias
copia Obtener Copia del DOF
versif. copia Verificar Copia del DOF
enlaces relevantes Enlaces Relevantes
Contacto Contáctenos
filtros rss Filtros RSS
historia Historia del Diario Oficial
estadisticas Estadísticas
estadisticas Vacantes en Gobierno
estadisticas Ex-trabajadores Migratorios
INDICADORES
Tipo de Cambio y Tasas al 01/07/2024

DOLAR
18.2478

UDIS
8.129311

TIIE 28 DIAS
11.2445%

TIIE 91 DIAS
11.4132%

TIIE 182 DIAS
11.5710%

TIIE DE FONDEO
11.02%

Ver más
ENCUESTAS

¿Le gustó la nueva imagen de la página web del Diario Oficial de la Federación?

 

0.110712001508857610.jpg 0.192286001221699769.jpg 0.821786001312920061.gif 0.475545001508857915.jpg
Diario Oficial de la Federación

Río Amazonas No. 62, Col. Cuauhtémoc, C.P. 06500, Ciudad de México
Tel. (55) 5093-3200, donde podrá acceder a nuestro menú de servicios
Dirección electrónica: www.dof.gob.mx

100

AVISO LEGAL | ALGUNOS DERECHOS RESERVADOS © 2024